dissabte, 25 de desembre del 2010

Qüestió 35 (tema 8):

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46 comentaris:

  1. Desgraciadamente, este tipo de situaciones son cada vez más comunes en la sociedad de hoy en día. Donde la autoridad del profesor está cada vez más cuestionada que nunca. Cada vez, son más los casos que podemos observar en las noticias, donde profesores son agredidos por alumnos o incluso por padres.

    Está claro que hoy en día, todo el mundo piensa que tiene unos derechos determinados y que están por encima de todo. Estos derechos son necesarios, pero no hay que sobrepasar los límites.

    Antiguamente, la figura del profesor estaba por encima de todo y se le debía un respeto. Hoy en día no es así, y la gran culpa de todo esto, es la educación que reciben los niñ@s. No en la escuela, sino en sus casas. Que viene determinada por el tipo de sociedad en la que vivimos. Padres que no pueden educar a sus alumnos porque sólo tienen tiempo para trabajar, o otros que piensan que eso es cuestión de los profesores y se dedican a darle todo lo que piden a sus hijos pensando que los están educando de una forma correcta. O aquellos que para que no molesten, los apuntan a mil actividades extraescolares con el fin de no tenerlos por casa. Ese es el gran problema de hoy en día, que no nos damos cuenta de que para educar a un niño, hace falta la figura de un padre, pero este debe dar ejemplo y, saber que si un profesor evalúa de una forma determinada a su hijo, es por algo. Y es en ese momento en el que tiene que hacer autocrítica y respetar al profesor, que al fin y al cabo, lo único que hace es su trabajo, es decir, intentar que su hijo se convierta en una persona educada y preparada para la vida.

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  2. El paso de la época intergeneracional a la época intrageneracional ha cambiado la tendencia y la importancia de los profesores.

    En la época intergeneracional el magisterio tiene una misión en común (educar y enseñar a los ciudadanos), asignada y reconocida por la sociedad. El maestro representa algo distinto, nuevo y necesario y además, está en un plano superior a la comunidad en donde se integra.
    En cambio, en la época intrageneracional, donde los cambios son constantes y se debe acudir al aprendizaje continuo y permanente para la restructuración, los docente pierden peso en la sociedad en favor a unos ciudadanos cada vez más formados.
    Esta mayor formación de los padres está restando autoridad a los profesores, discutiéndoles las palabras, decisiones, capacidades y desempeño profesional, es decir, el estatus del profesor se ha deteriorado, y no porque su formación haya empeorado si no por la mayor facilidad que existe en la actualidad para acceder a la enseñanza universitaria, y con ello, adquirir una formación que antes era para los más privilegiados.

    Por esto, como se puede ver en la viñeta, los padres creen más en la competencia de sus hijos y la incompetencia de los profesores que han mediado en su proceso de enseñanza-aprendizaje a los que atribuyen sus malos resultados.

    Información libro: M.Fernandez Enguita: Educar en tiempos inciertos.

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  3. Con esta viñeta podemos ver de una forma muy ilustrativa el cambio de mentalidad que ha sufrido la sociedad en los últimos 40 años. En la primera imagen vemos como los padres atribuyen las malas notas a su hijo, mientras que en la segunda, se lo atribuyen a la profesora.

    Desgraciadamente esto es cada vez más frecuente en muchos colegios e institutos de la geografía española. Y no sólo este tipo de acciones, sino reproches, amenazas, denuncias son cosas que estamos viendo (desgraciadamente) casi a diario en los telediarios.

    Con esto quiero llegar a la conclusión que los profesores están perdiendo a pasos agigantados el toda la autoridad que tenían hace unos años. Estamos artos de oír a nuestros padres “lo que decía el maestro…” o “se hacía como decía la maestra”, pero ¿oímos este tipo de cosas en la actualidad?

    Ahora todo el mundo se siente con derecho a decir a los maestros y profesores como deben desempeñar su trabajo, que está bien, que está mal, cuestionando su metodología; ¿acaso le decimos al fontanero como debe arreglar el grifo?, ¿al carnicero como debe cortarnos los filetes? o ¿al médico como debe curarnos?

    Esta es una de las cosas que, desde mi punto de vista, con el paso de los años, ha ido involucionando, ya que creo que es un aspecto que ha hecho que se le pierda el respeto a la profesionalidad por parte del profesorado.

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  4. Estoy de acuerdo con el planteamiento de Ángel, en la relación que el libro Educar en tiempos inciertos de Fernández Enguita guarda con esta viñeta. Tal y como ha comentado mi compañero, en una época anterior la figura del maestro era necesaria y hoy en día se entiende de otra forma, han perdido prestigio y autoridad. Pero yo no me quedaría aquí, queiro decir, no creo que este cambio se deba sólo a la facilidad de acceso a los estudios universitarios sino a algo que ha planteado, creo que Joaquín en el primer comentario y es el cambio tan grande que ha sufrido la sociedad y con ello las funciones de la escuela.

    Por mi experiencia con niños, trabajando como monitora, veo que los padres buscan deshacerse de ellos y esto hace que cosas que los padres tienen que enseñar no se enseñen y comienza el círculo vicioso del que es muy difícil salir. Hay que tener claro que funciones tiene la escuela hoy en día y que funciones deben cumplir los padres y no creo que sea necesario vivir en una dictadura para respetar el trabajo del maestro porque como ha mencionado Clara a otros profesionales no se les dice como hacer su trabajo.

    Como última reflexión decir que así como en la viñeta se ve que los padres exigen saber que ha pasado con las notas de sus hijos (entiendo que ha suspendido y busca explicaciones culpando a la profesora), si el niño saca buenas notas los padres van a felicitar al profesor?es otra cosa que debemos pensar pues creo que sea cual sea el modelo que aplique el profesor al final sólo se valora el resultado y los padres entienden que si ese resultado no es bueno es culpa del profesor.

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  5. Como bien ha apuntado Clara, esta viñeta refleja de manera excelente la devaluación que ha sufrido la figura del profesor en los últimos tiempos.

    En cuanto a los motivos que han producido este proceso, coincido con los argumentos referidos en anteriores comentarios: educación deficiente en la familia o cambios en el sistema de valores de la sociedad por ejemplo; sin embargo, difiero parcialmente en el planteamiento que realiza Adrián referido al aumento en la facilidad para acceder a una formación que hace 40 años era solo para los más privilegiados.
    Es cierto que en la actualidad es más fácil acceder a esa formación, pero no creo que la gente que estudiaba para ser profesor hace 40 años fuera privilegiada. Quizá sí lo fuera por el simple hecho de estudiar, pero no por el de estudiar para ser profesor. No obstante, creo que sí que tenían algo en mayor medida que los actuales estudiantes para ser profesores: vocación. Dicho así queda un poco duro; no me gusta generalizar, ya que en todas las épocas ha habido de todo, sin embargo con la afirmación anterior quiero reflejar una tendencia que personalmente creo que se está dando. Hace 40 años a los profesores les gustaba enseñar, ejercían su labor educativa más allá de las fronteras de los colegios y eran figuras queridas y respetadas en los pueblos, mientras que hoy en día creo que se tiene una visión más pragmática de la profesión: se trabajan x horas a la semana, no se cobra mal y se tienen más vacaciones que en la mayoría de profesiones; sin embargo, hay muchos profesores que no disfrutan enseñando y que incluso sufren en sus clases. Esto viene dado por el principal problema que atañe a la cuestión referida en la viñeta en mi opinión: la educación que se da en casa.
    Que hace 40 años el culpable de las malas notas fuera el hijo y en la actualidad sea el profesor es un tema referido a los padres, como puede verse perfectamente en la viñeta. Creo que la educación que los niños reciben en casa hoy en día es muy deficiente en muchos casos, ya que adquieren una jerarquía en su sistema de valores que hace que pierdan el respeto por todo y a todos. Cuando se graba una agresión a un profesor (o a un disminuido físico y/o psíquico, o se quema vivo a un mendigo) y se expone el vídeo en Internet, no se puede tener la desfachatez de culpar de ello a la rápida evolución de la sociedad o a las nuevas tecnologías; algo falla en casa. Este es un tema que merece un foro de opinión independiente, por lo que no me voy a extender más.

    Para concluir, decir que todos (alumnos, padres, profesores, políticos, legisladores, medios de comunicación y sociedad en general) tenemos que poner nuestro granito de arena para que se invierta este proceso de devaluación que está afectando de manera cada vez más acusada a la figura del profesor.

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  6. L'autor ha eliminat aquest comentari.

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  7. Sent discrepar en general amb l’opinió que han donat els companys, no és problema del desprestigi que ha sofert el professor, millor dit, el desprestigi que ha sofert el professor com a institució és un problema, però no hauríem d’esperar que això ho vaja a resoldre la societat (que som tots i no és ningú) partint de la seguritat absoluta de que el professor ho fa bé. Haurem, més bé, d’estar segurs o trobar la manera de que l’educació que donem servisca realment per a alguna cosa i la gent se n’adonarà (o almenys podrem justificar-nos contundentment quan els pares enrabiats vinguen a demanar-nos explicacions o a explicar-nos què és el que hauríem de fer).

    Per altra banda el que jo veig a les vinyetes són sempre dos pares enfadats, no interessats, ni tan sols preocupats, enfadats, i eixe és el vertader problema als meus ulls. El problema és que l’únic que importa és l’aprovat o el suspens, realment hem avançat? La visió que hauríem de canviar també és aquesta: les avaluacions serveixen, si realment serveixen per a alguna cosa, per a fer conscients, sobretot els fills i també els pares, de les peculiaritats (talents o mancances) que han marcat el període educatiu que acaba d’ocórrer. En cas de tenir bons resultats, sí, caldrà felicitar l’alumne, o fins i tot pregunta-li que és allò que l’ha portat a aquests resultats per recordar-li-ho si hi ha pitjors temporades. En cas que el resultat siga dolent, sí, també caldrà conèixer la raó, però sobretot caldrà suport, paciència, comprensió i, no menys important però potser tampoc més, reforç i pràctica d’allò que en principi (si no se demuestra lo contrario, ja que el professor ha dedicat molt de temps a decidir què avaluar) és una mancança.

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  8. Encara se m’ha oblidat una altra cosa, (molt important, crec) que les avaluacions també són (fins i tot podria dir un “sobretot”) una ferramenta per al professor, per a conèixer si allò que s’ha assolit és una cosa que ell considera bona, desitjable, o si, per contra, hauria de canviar alguna cosa en les classes o canviar alguna cosa respecte a un alumne en particular. Cosa que es fa bastant difícil quan l’avaluació, i més exageradament el butlletí de notes que s’envia als pares, es transforma en una mesura de la validesa de les persones, en una competició despietada amb conseqüències socials.

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  9. Encara diré una cosa més, arriscant-me a ser pesada, el xiquet sembla content d’haver suspés. No tinc molt clar si com a conseqüència de que la seua professora, la que li ha dit que no serveix, està rebent l’escarment que creu que mereix o com a conseqüència de que sempre aconsegueix el que vol. En qualsevol dels dos casos, sembla que sense voler s’ha transmès als xiquets que no s’espera d’ells realment res, com si foren unes possessions preuades que han de ser tractades amb miraments (s’haurà d’ensenyar també d’alguna manera als pares que els xiquets no són això).

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  10. Estic molt d’acord amb la postura de Vicente, crec que l’educació que ve de casa es molt pobra, i també ho estic amb Ànima quan ha observat la alegria del xiquet quan els seus pares estan recriminant al professor les seues males qualificacions, pareix que fins i tot està orgullós i convençut de que eixes notes no són problema seu i, els seus bons pares ho arreglaran. Realment aquesta situació em pareix molt trista.

    Des del meu punt de vista, crec que és molt important que tot aquell que haja de participar en l’ educació dels xiquets ho faça cap a la mateixa direcció, si un pare lleva l’autoritat a un mestre o, inclòs al revés, estem marejant al xiquet, a qui ha de fer cas? A més, a la societat actual, hi ha un major nombre de famílies desestructurades, i açò pot agreujar encara més aquest problema.

    A tot açò, el mestre només gaudeix de unes porquetes hores per a poder educar al alumne a les quals, també ha de ensenyar un temari mínim de continguts, si a més ens trobem amb alumnes amb el problema abans esmentat, com volen que els conduïm pel bon camí? Com molt bé ha dit Vicente, ho tots posem un poc de la nostra part ho va a ser una tasca molt complicada.

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  11. Las escenas que representa la viñeta son muy curiosas, pero lo peor de todo es que no se alejan en absoluto de la realidad.

    Hoy en día, vivimos en una sociedad de “excesiva” protección a los menores. Cada vez se les ha ido dando más y más, haciendo crecer así la bola, y quizás sin darnos cuenta. ¿Y qué es lo que hemos conseguido con ello? Que se les ha acabado dando “el poder” a los menores.

    A mí, esta situación me recuerda al típico mafioso italiano de las películas, como pueda ser por ejemplo la figura de “El Padrino”. El niño, como hemos dicho, tiene el poder. Es intocable, sus padres trabajan para él, y si hay alguien que no ha entrado en el “chantaje”, son los padres del alumno los que se encargan de ir a reclamar lo que le “pertenece” a su hijo.

    A veces me paro a pensar, y no entiendo cómo hemos podido llegar a este punto. Se ha pasado de la dictadura a la democracia, de un extremo a otro, pero creo que en algunos casos, como pueda ser en este, se nos ha ido de las manos.

    Existe una sobreprotección del menor, del hijo. Se pretende que la función del profesor sea aprobar al alumno y no la inversa, la realista, que sea el alumno quien deba aprobar. Y contradiciendo a Ánima Polo, creo que no es momento de valorar si está bien que el resultado se mida con aprobados o suspensos, que tan sólo se mida el rendimiento, sino que este es otro tema. Pienso que el debate estaría en la coacción y presión que recibe el colectivo de profesores por parte de padres y alumnos.

    Se cuestiona la palabra del profesor, la del adulto, la del profesional, en favor de la del hijo. Se les resta poder, dando lugar hoy en día, a situaciones tan desgraciadamente habituales como es la agresión a estos por parte de alumnos y lo que es quizás aún más lamentable, por parte de los propios padres. Se ha pasado del “maltrato” físico y psicológico por parte de profesores a alumnos, a todo lo contrario, al de alumnos a profesores. Si el maltrato está mal, lo está en cualquiera de los sentidos, ¿no creéis?

    Lo que se está haciendo hoy en día es soltar al profesor en un campo de batalla sin armas con las que ya no poder combatir, sino defenderse, y dejándolo totalmente sólo, teniendo que batallar contra un notable número de guerrilleros.

    No paramos de escuchar en los medios, que vivimos en la era moderna, en donde prioriza la búsqueda de la igualdad, de la presencia de derechos. Pues bien, esto es lo que se dice, porque si de verdad es así, que se lo pregunten a los profesores.

    Al igual que expone Clara Ruiz o Vicente Calpe entre otros, pienso que además de la sociedad, gran parte de la culpa la tienen los padres. Estos restan disciplina en la educación de sus hijos, y sin ella, difícilmente puede conseguir el profesor obtenerla en sus alumnos. De hecho, lo que consiguen es hacer su labor más complicada si cabe. Se olvida el respeto alumno-profesor, la “diferenciación de status”, y si en una empresa, los puestos no están claramente diferenciados, esta se irá al traste.

    En los tiempos que corren, a nadie se le ocurre decirle a un médico cómo debe operar, ni a un pianista cómo debe tocar una sonata, ¿por qué entonces se cuestiona la labor del profesor poniendo en duda su profesionalidad?

    Desde hace mucho tiempo, la educación de los niños ha sido un trabajo complementario entre los padres y los profesores. El problema es que hoy en día los padres lo ven como un trabajo suplementario, es decir, “si yo no puedo educar a mis hijos porque trabajo, que lo hagan los profesores, que al fin y al cabo es su trabajo”. Me parece que con esto se está cayendo en un error, la educación tiene que venirle a un niño tanto por parte de sus padres como de sus profesores, trabajando estos en un mismo equipo.

    A modo de conclusión, pienso que deberíamos hacer un serio análisis de esta situación, proponer bases que cambien la realidad en la que vivimos, porque sinó, estamos permitiendo criar un virus sabiendo que este puede contagiar a la sociedad del futuro, la cual, cada vez más está más presente.

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  12. PARTE 1/3

    Las escenas que representa la viñeta son muy curiosas, pero lo peor de todo es que no se alejan en absoluto de la realidad.

    Hoy en día, vivimos en una sociedad de “excesiva” protección a los menores. Cada vez se les ha ido dando más y más, haciendo crecer así la bola, y quizás sin darnos cuenta. ¿Y qué es lo que hemos conseguido con ello? Que se les ha acabado dando “el poder” a los menores.

    A mí, esta situación me recuerda al típico mafioso italiano de las películas, como pueda ser por ejemplo la figura de “El Padrino”. El niño, como hemos dicho, tiene el poder. Es intocable, sus padres trabajan para él, y si hay alguien que no ha entrado en el “chantaje”, son los padres del alumno los que se encargan de ir a reclamar lo que le “pertenece” a su hijo.

    A veces me paro a pensar, y no entiendo cómo hemos podido llegar a este punto. Se ha pasado de la dictadura a la democracia, de un extremo a otro, pero creo que en algunos casos, como pueda ser en este, se nos ha ido de las manos.

    Existe una sobreprotección del menor, del hijo. Se pretende que la función del profesor sea aprobar al alumno y no la inversa, la realista, que sea el alumno quien deba aprobar. Y contradiciendo a Ánima Polo, creo que no es momento de valorar si está bien que el resultado se mida con aprobados o suspensos, que tan sólo se mida el rendimiento, sino que este es otro tema. Pienso que el debate estaría en la coacción y presión que recibe el colectivo de profesores por parte de padres y alumnos.

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  13. PARTE 2/3

    Se cuestiona la palabra del profesor, la del adulto, la del profesional, en favor de la del hijo. Se les resta poder, dando lugar hoy en día, a situaciones tan desgraciadamente habituales como es la agresión a estos por parte de alumnos y lo que es quizás aún más lamentable, por parte de los propios padres. Se ha pasado del “maltrato” físico y psicológico por parte de profesores a alumnos, a todo lo contrario, al de alumnos a profesores. Si el maltrato está mal, lo está en cualquiera de los sentidos, ¿no creéis?

    Lo que se está haciendo hoy en día es soltar al profesor en un campo de batalla sin armas con las que ya no poder combatir, sino defenderse, y dejándolo totalmente sólo, teniendo que batallar contra un notable número de guerrilleros.

    No paramos de escuchar en los medios, que vivimos en la era moderna, en donde prioriza la búsqueda de la igualdad, de la presencia de derechos. Pues bien, esto es lo que se dice, porque si de verdad es así, que se lo pregunten a los profesores.

    Al igual que expone Clara Ruiz o Vicente Calpe entre otros, pienso que además de la sociedad, gran parte de la culpa la tienen los padres. Estos restan disciplina en la educación de sus hijos, y sin ella, difícilmente puede conseguir el profesor obtenerla en sus alumnos. De hecho, lo que consiguen es hacer su labor más complicada si cabe. Se olvida el respeto alumno-profesor, la “diferenciación de status”, y si en una empresa, los puestos no están claramente diferenciados, esta se irá al traste.

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  14. PARTE 3/3

    En los tiempos que corren, a nadie se le ocurre decirle a un médico cómo debe operar, ni a un pianista cómo debe tocar una sonata, ¿por qué entonces se cuestiona la labor del profesor poniendo en duda su profesionalidad?

    Desde hace mucho tiempo, la educación de los niños ha sido un trabajo complementario entre los padres y los profesores. El problema es que hoy en día los padres lo ven como un trabajo suplementario, es decir, “si yo no puedo educar a mis hijos porque trabajo, que lo hagan los profesores, que al fin y al cabo es su trabajo”. Me parece que con esto se está cayendo en un error, la educación tiene que venirle a un niño tanto por parte de sus padres como de sus profesores, trabajando estos en un mismo equipo.

    A modo de conclusión, pienso que deberíamos hacer un serio análisis de esta situación, proponer bases que cambien la realidad en la que vivimos, porque sinó, estamos permitiendo criar un virus sabiendo que este puede contagiar a la sociedad del futuro, la cual, cada vez más está más presente.

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  15. Respecte a allò que Rafa ha dit de la meua intervenció, jo no he dit que no siga un problema que s’haja devaluat la situació del professor, en realitat, he dit concretament el contrari. I també em preocupa igual que a tots que no em dónen l’autoritat per sobreentesa, perquè, de fet, sí que és una aberració que els xiquets creguen que saben més que els professors, i més d’avantmà. Però, que el tema no siga si tot es mesura en aprovats o suspesos, això no crec que siga veritat. Jo crec que aquest sí és el tema, clar que és el tema, i no és La Veritat (absoluta i en majúscules), ni la única interpretació que li pots donar a la vinyeta, però sí, sens dubte, una d’elles. Perquè com deia a la meua intervenció, una de les coses que a mi em crida més l’atenció de la vinyeta és els pares enfadats, sempre enfadats, mai comprensius, mai almenys serens, sempre reclamant alguna cosa que és únicament un aprovat, no res més que un trist aprovat.

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  16. Ah! I a banda una altra cosa que m'agradaria dir malgrat que potser sí que se'n ix un poc del tema de la vinyeta: No estic del tot d'acord amb el que ha dit Rafa respecte que s'abandona al professor sense armes a mercé d'un munt de guerrilers. La veritat és que la comunitat educativa (cada comunitat educativa que hi ha a cada centre) pot recolzar els seus professors. De fet, si no existeix aquesta cooperació i aquesta comunicació, si cada u va per a la d'ell, com se sol dir. Si cadascú és independent i no vol que ningú li diga res sobre el que ha de fer en les seues classes, no vol que ningú sàpiga què és el que està fent, no vol comunicar-se amb les altres professors (com si interaccionar amb altres assignatures fóra intrusisme professional, o eixa és la meua impressió) llavors sí que, potser, siga extremadament difícil enfrontar-se a tota la pressió social a la que la societat actual sotmet els professors.

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  17. En la viñeta podemos observar el cambio que ha sufrido el sistema educativo en cuanto a la relación entre los profesores y los padres/madres de los alumnos. No hace muchos años el profesor se encontraba generalmente con unos padres/madres con un nivel académico y profesional inferior al suyo, los cuáles otorgaban credibilidad y legitimidad total a las decisiones del profesor, sin posibilidad de discutirlas. En la actualidad, esta situación ha cambiado y el prestigio relativo del profesor se ha deteriorado, por lo que sus decisiones pueden ser discutidas y sus acciones son muy cuestionadas.

    Por último destacar algo que me llama la atención en relación a lo comentado y que me resulta contradictorio. El hecho es que a medida que en las últimas décadas han ido mejorando las condiciones de trabajo del profesorado, su prestigio profesional ha ido empeorando. Pienso, por un lado que la no sumisión absoluta hacia el docente tiene aspectos positivos, pero también pienso que en muchos casos las propias familias deben de hacer una especie de autocrítica y analizar dónde está la raíz de los problemas de sus hijos, y no lanzarse de inmediato a defender lo suyo y a culpabilizar a agentes externos a su seno más interno. La solución estaría ligada a la llevada a cabo de unos cambios determinados en los dos lados del problema, por un lado los profesores y la institución escolar, y por otro lado las familias.

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  18. Jo veig que els pares continuen veient números.

    Sí, els valors van canviant, la sobreprotecció existeix, es va perdent el respecte a tot, estem en un país on tothom es una eminència en qualsevol tema...

    Però en aquesta vinyeta hi ha números, i son baixos. Si foren alts no es produiria cap de les dues situacions.

    No hi ha continguts, no hi ha coneixements assolits, els números no reflexen les vivències ni les actituds de l'alumne.

    A banda de tot el tema social que esteu discutint, jo considere les notes un recurs d'amenaça als alumnes. Un fuet que durant el curs impulsa als alumnes fins l'arribada de l'espassa de Damocles trimestral.

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  19. Discrepo totalmente con Ànima cuando dice: “el desprestigi que ha sofert el professor com a institució és un problema, però no hauríem d’esperar que això ho vaja a resoldre la societat (que som tots i no és ningú) partint de la seguritat absoluta de que el professor ho fa bé. Haurem, més bé, d’estar segurs o trobar la manera de que l’educació que donem servisca realment per a alguna cosa i la gent se n’adonarà”.

    Lo primero que me llama la atención es cuando afirmas que la sociedad somos todos y no es ninguno. ¿Cómo puedes afirmar tal cosa? ¿Cómo puedes entrar en tal contradicción? Todos formamos parte de la sociedad, queramos o no, en mayor o menor medida, pero todos; y repito, todos somos partícipes de lo que sucede actualmente en nuestro país. Cada uno con su forma de pensar y sus actos aporta una minúscula partícula que en su total forma lo que todo el mundo conoce como sociedad. ¿O es qué tú vives en otro mundo aparte donde no te relacionas con nadie y estás tú sólo? Y si no somos la sociedad en su conjunto y, particularmente, los que se dedican a la educación en particular, quienes intenten solucionar el problema, ya me dirás tú quién va a ser.

    Y en lo referente a lo que comentas sobre la sociedad, esa que como dices formamos todos y ninguno, se tiene que dar cuenta que la educación sirve para algo; digo yo que la gente no llevaría a sus hijos al colegio si no supieran que la edad escolar es fundamental para la educación de cualquier persona, es decir, le dan la importancia que tiene. Ni más, ni menos. Otra cosa es la educación, las libertades y los derechos que, hoy en día, cada persona se cree que tiene y que porque yo lo valgo, puedo actuar de una forma u otra.

    Sevilla Monsalve, Joaquín Gil

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  20. Padres, alumnos y sobre todo los profesores consideran que el prestigio y el reconocimiento social de la profesión docente han empeorado en España. Y el principal factor de esta pérdida de prestigio es que los padres cuestionan las decisiones de los profesores delante de los hijos. ( Conclusión extraída del estudio presentado durante una Jornada dedicada al “Respaldo social de la profesión docente”, organizada por la Confederación de Padres de Alumnos COFAPA*)

    Como observa José M. Esteve ('El malestar docente'), la tarea de muchos profesores de Primaria en nuestros días se asemeja más a la de un asistente social que al papel tradicional de un maestro; y los profesores de Secundaria se van alejando de sus cometidos como formadores intelectuales para actuar de maestros o, en el peor de los casos, de vigilantes. Ello es consecuencia, principalmente, del establecimiento de un sistema basado en la integración, frente al modelo tradicional de escuela que se basaba en la exclusión. Ya no hay que atender sólo a los más capaces ni a los destacados; la ampliación de la escolaridad obligatoria lleva aparejada la ruptura de la vieja relación educativa que ponía en contacto a un alumno deseoso de aprender con la autoridad intelectual de un profesor que ejercía de guía en su desarrollo. Ahora el profesor se enfrenta a grupos heterogéneos de estudiantes entre los que se incluyen algunos obligados por la ley, sin ninguna voluntad de aprendizaje.

    En mi opinión, compartir responsabilidades y trabajar conjuntamente de una forma coordinada es el objetivo que deben alcanzar padres y profesores. Conseguir este fin pasa por la necesidad de establecer unos lazos de confianza mutua entre padres y profesores. No obstante, suele ocurrir que los padres predisponen una actitud a la defensiva con los profesores justificando el comportamiento de su hijo/a en clase y, por otro lado, a menudo los profesores muestran también su disconformidad por el no reconocimiento por parte de los padres de su labor en la educación de niños y jóvenes.

    *El estudio se basa en una encuesta a más de 3.000 padres, profesores y alumnos de Primaria y ESO (mayoritariamente, un 60%, de centros públicos) y entrevistas con expertos en la educación.

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  21. No estic molt segura si m’he expressat bé quan he dit “la societat, que som tots i no és ningú”. En dir això em referia que la societat som tots però que no és una entitat, que no actuem tots a l’uníson i que a ningú en particular se li pot assignar el pes de la responsabilitat de tota la societat, seria molt cruel. Però és una part poc important del que he dit, hem referia (sense explicar-ho molt, és cert) que no podem fer responsable a la societat de una cosa que hem de promoure nosaltres mateixos, així que Joaquín, estigues tranquil, no tinc un món per a mi sola i em faig responsable de la part de “culpa” que tinc de com va el món, de fet, és això el que volia dir, el que tu has dit, que no podem encolomar a la societat el que podem fer nosaltres, o, almenys començar, incentivar, ser l’espurna.

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  22. Ahora si que estoy más de acuerdo con tu opinión. :-)

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  23. Estoy bastante de acuerdo con el comentario que ha hecho Domingo Cortell sobre el cambio producido en el sistema educativo. La formación y el nivel académico de los ciudadanos españoles ha aumentado considerablemente en relación a la etapa de la dictadura franquista. En estos momentos, el acceso a la escuela, el instituto y, en último lugar, la universidad ha supuesto un cambio formativo en las personas que antiguamente no se tenía. Cuarenta años atrás, el profesor tenía un prestigio y un respeto que era intocable. Pienso que este hecho se daba, no sólo, por el ambiente antidemocrático que se respiraba en aquellos años sino también por el nivel de estudios que habían conseguido a lo largo del tiempo las personas encargadas a la docencia.

    En estos momentos, muchos padres han alcanzado un nivel académico y profesional superior al que poseen los profesores en este país, especialmente los que se encargan de la educación primaria que necesitan como requisito la diplomatura en Magisterio. Creo que, esto, ha sido una de las causas que ha hecho tambalear los cimientos del sistema educativo. En la actualidad, los padres cuestionan muchas de las decisiones que el profesor toma sobre sus hijos. Poco a poco se ha ido perdiendo la confianza en el docente que junto con la falta de valores, en algunos casos, el maestro ha sufrido una presión y un estrés que no ha sido respaldado por parte de la sociedad en la que vivimos.

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  24. En mi opinión, esto es el resultado de la evolución del hombre, una mala evolución dedicada a los intereses de los niños, a una sobreprotección de estos, y a un retirado respaldo de la autonomía del profesorado.

    Por ello, creo que si echamos la culpa a los niños, nos estaremos equivocando, pues es la sociedad la que poco a poco nos ha ido llevando hacia este camino, un camino, por el cual el profesorado es pobremente respaldado por las instituciones, las cuales velan por la súper seguridad del menor, el cual, se siente a gusto, disconforme, o simplemente no sabe lo que pasa, pues el niño, es un niño. Verdaderamente el problema pertañe a los adultos, a los padres, por creer que su hijo es un ser supremo, el cual necesita de su apoyo constantemente, y que cualquier problema con él, se traduce en incompetencia del otro, este otro, la mayoría de veces es el profesorado, al cual se le han ido retirando los apoyos institucionales, hasta legales, y ese famoso respeto, que llego a tener en sus días, por ser instructores de la educación en lugares donde la cultura era solo de unos cuantos. Ahora los alumnos saben de esa posición ventajosa con la que cuentan y simplemente son listos por aplicarla, ya que siempre se les favorecerá, por ello la controvertida ley del menor, etc. Así que, el profesorado se siente indefenso ante actitudes del tipo de la imagen, en la que son los mismos padres los que increpan a la profesora, sobrepasando todos los límites permitidos, justo esta permisibilidad, ha hecho que se imponga una ley a favor de estos profesores, los cuales ahora trabajan amparados desde la ley.

    Comentando la imagen, en la antigua, en el sesenta y nueve, los padres sabían de la competencia de la profesora, es por ello, por lo que ni se planteaban increparla, así pues esta aparece como una figura con cierto autoritarismo, ya que confía en su posición, se reafirma en ella, pues sabe de su importancia con respecto a la sociedad, así que los padres, se dirigen al niño, un niño, que se siente intimidado, y alicaído por sus resultados. También podemos fijarnos en la colocación de los padres, pues estos están a favor de la profesora, colocados a su lado y son los tres padres y profesora los que intimidan al niño, en cambio, si observamos la actual, en el dos mil nueve, los padres no entienden de las competencias que posee la profesora, se sirven de los resultados para increpar a la profesora, estos ya no se ponen departe de la profesora, sino, se colocan por delante de la mesa, junto a su hijo, y son estos tres los que increpan a la estupefacta profesora, la cual, se siente cohibida, e insegura, y tiene miedo de esta irracional reacción, ahora es ella la que se siente mal por hacer su trabajo. En cambio, el niño goza de su posición, protegido al lado de sus padres y torpemente sobrevalorado, se siente a gusto, y así lo expresa, con una satisfacción que roza la incomprensión. También, la expresión de estos padres, tiene mucho que ver, pues mientras en el sesenta y nueve los padres, se muestran firmes, seguros, y serios, pues conocen la importancia de lo que supone unas malas calificaciones, en el dos mil nueve, estos padres muestran odio, histeria y amenazan a la profesora, colocándose encima de la mesa.

    Por todo ello, hace falta reflexionar, a cerca de, ¿a dónde estamos llegando por favorecer, o no, a nuestros hijos?, los cuales, no tienen la culpa, pero saben perfectamente, el poder que tienen. Debemos ser consecuentes y saber valorar a nuestros hijos, aunque nos cueste, pues solo así, los estaremos favoreciendo.

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  25. Debido a la gran información que tienen los padres y alumnos hoy en dia, ya sea por internet, periódicos u otra fuente informativa. Se está perdiendo el respeto y autoridad a los profesores, pensando en que estamos mas preparados que ellos. además, como comentó Pere en clase, antes, a la universidad solo accedían los alumnos que de verdad estaban preparados y se lo merecían. Actualmente es más fácil ese acceso y ello conlleva a que nos creamos que estamos mas capacitados que ellos, y discutir su palabra. Cuando antiguamente lo que el profesor decía iba a misa y no había nadie que le discutiera. También influye la forma de educar que tienen los padres de hoy en día, son mas premisivos y todo lo que el niño quiere, lo tiene. Bajo mi punto de vista, son más permisivos porque en la sociedad en que vivimos les a obliga a serlo, ya que para mantener a una familia(casa, coche...) es necesario que entre mucho dinero en casa y trabajar los 2. Esto hace que tengan mas problemas en la cabeza y dediquen menos tiempo en la educación de su hijo o hija.
    Así pues, cuando un profesor pone las notas y suspende a un niño, la faena del padre debería ser hacer una autocrítica y ayudar a su hijo, en lugar de recriminar la nota al profesor. Esto lo hacen porque es más fácil echar las culpas a otro y quitarse la faena de tener que cambiar y dedicar mas tiempo a su hijo, respetando la palabra del profesor que, al fin y al cabo, no es más que una persona que le ayuda en el proceso de su educación.

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  26. http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Abogado/Estado/niega/padres/tengan/monopolio/educacion/virtudes/civicas/elpepusoc/20101228elpepusoc_2/Tes

    Fíjate, algunos padres sí que se preocupan por los contenidos impartidos en clase...

    ¿QUÉ ENSEÑANZAS SON ESTAS?

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  27. En la actualidad es cierto que son muchos los padres que no tienen tiempo, debido ala sociedad actual en la que siempre parece faltar tiempo para todo, o no quieren tenerlo para dedicarlo ala educación de sus hijos. El tiempo que estan con ellos lo malgastan en dar caprichos, consentir cosas, apuntarlos a actividades estraescolares para no tenerlos en casa y no para que desarrollen sus cualidades, es decir, hacen las cosas sin pensar y sin darle sentido.
    Todo esto lleva a comportamientos como el de la viñeta que se puede extrapolar a todos los campos: futbol, musica... Los padres entran en una dinamica de sobreproteccion al hijo que no es beneficiosa para el y que además pone en entredicho la funcion de los profesionales de la educación.
    Por ultimo decir que no todos los padres son asi, hay muchisimos que si se preocupan por la educacion de sus hijos y lo hacen de maravilla y por ende tambien hay profesores, entrenadores, etc que no realizan su trabajo correctamente ni eticamente. Por lo tanto tampoco hay que generalizar.

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  28. Lo que viene a decir esta viñeta, queda reflejado muy claramente en el capítulo IV del libro “Educar en tiempos inciertos” de M. Fernández Enguita en el subapartado del “desplome de la jerarquía escuela-familia”.

    En este apartado, lo que viene a decirnos éste autor, es que al igual que se ve reflejado en la viñeta, nos encontramos con uno de tantos problemas que se producen en las aulas, donde el profesor antiguamente, se encontraba a unos padres y madres con un nivel académico y profesional bastante inferior al del profesor, por lo cual estaban dispuestos a aceptar la autoridad del profesor como indiscutible, sin reprocharle al profesor como aparece en la primera imagen de la viñeta, mientras que en la actualidad como bien podemos comprobar en la segunda imagen de la viñeta, el profesor se encuentra con unos padres que hoy en día en la mayoría de ocasiones tienen un nivel académico igual o superior al del profesor , pudiendo discutir las decisiones, la capacidad y el desempeño profesional de dicho profesor sobre todo para darle la razón a sus hijos reflejando un sobre proteccionismo sobre estos. Este cambio que se ha producido, no es fruto de que la formación del profesor haya empeorado, sino que no ha mejorado. Por lo que es un buen comienzo para mejorar y conseguir unos mejores lazos entre el profesorado y los padres de los alumnos.

    Arturo Calaforra

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  29. Tras leer los comentarios de mis compañeros, es muy complicado para mí aportar alguna idea nueva a la explicación de esta viñeta así que daré mi opinión de lo que veo.

    Lo que muestran estas imágenes son claramente como está la sociedad hoy en día… No hace falta irnos a los años 70, ya cuando nosotros éramos pequeños esto también sucedía. Cuando llegabas a casa y decías: La profesora me ha dicho que…” la contestación inmediata de los padres era: “Algo habrás hecho”. Hoy día es todo lo contrario los niños tienen total impunidad de sus actos, pueden hacer lo que sea que la culpa siempre la tendrán los profesores. Los padres no se dan cuenta que los profesores los educan, o por lo menos lo intentan, pero que si ellos son los que les quitan potestad, ¿Qué va a pensar ese niño? ¿Cómo se piensa que va a actuar?
    Pasando al análisis de la viñera se puede observar como en la primera imagen, los colores son más oscuros y los ropajes de los personajes son de la época. Por el contrario en la imagen que hace referencia al año 2009 se ve como los colores son más vivos, la ropa de los personajes es actual pero además el niño lleva una camiseta con el número 1. A mi entender, esto representa como si fuera el primero y el que más importa. Da igual lo que haga, siempre será el primero porque la culpa nunca será suya.
    Si nos fijamos en las actitudes, en la primera imagen la profesora tiene un semblante serio y algo altivo, como diciendo “¡Miren lo que ha hecho su hijo!”. Los padres parecen estar enfadados con su hijo debido a sus resultados y el niño parece estar arrepentido. En contraste con la otra imagen, la profesora parece estar asustada debido al avasallamiento por parte de los padres. Parece estar pensando que ha sido ella la que ha hecho algo malo. Por otra parte, los padres están crispados por los resultados de su hijo y se lo recriminan directamente a la profesora. Por último, el niño está contento porque aunque haya sacado malas notas, no es culpa suya, la culpa es de la profesora! Parece incluso orgulloso de sus padres, parece como si estuviera pensando: “¡Pero que buenos padres que tengo!” Sin embargo no se da cuenta que le están haciendo flaco favor…

    Por si a alguien le interesa, dejo otra imagen también relacionada con la asignatura que me ha llamado la atención:
    http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.peatom.info/images/2009/02/03/loqueyodigo.noticia.jpg&imgrefurl=http://www.peatom.info/tribunas/117320/educacion-para-la-adecuada-ciudadania/&usg=__wVyQL5VfM00ynG2XTEpJo_GmOaw=&h=558&w=478&sz=71&hl=es&start=36&zoom=1&tbnid=fglA4teq5ncONM:&tbnh=149&tbnw=128&prev=/images%3Fq%3Dvi%25C3%25B1etas%2Beducacion%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DN%26biw%3D1195%26bih%3D574%26tbs%3Disch:10%2C640&um=1&itbs=1&ei=3HwbTYn4NYq08QO58IybBQ&biw=1195&bih=574&iact=rc&dur=814&oei=xHwbTc6KL5KGswbG37TVDA&esq=3&page=3&ndsp=16&ved=1t:429,r:5,s:36&tx=69&ty=100

    Sandra Roig Castellar

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  30. Esta situación está siendo muy común en los centros escolares últimamente.
    Antiguamente y no tan antiguamente, los alumnos que llevaban a casa malas notas eran castigados sin salir, sin televisión y los padres se avergonzaban de que el profesor tuviera que sacarles los colores cuando iban a hablar con ellos. ¡¡Menudas broncas nos caían!!

    Hoy en día, el profesor no tiene credibilidad. Pone las notas, los alumnos las llevan a casa y ponen excusas tipo: Me tiene manía, me quiere suspender...
    Los padres que creen que su hijo está cargado de razón, discuten con el profesor y no son capaces de entender que su hijo les ha engañado.

    No obstante también digo, que hay casos y casos. No siempre miente el niño y no siempre dice la verdad el profesor. Ya que en nuestra vida estudiantil todos hemos sufrido alguna que otra injusticia.

    El problema de esto, es que no sé cómo podremos invertir esta situación. Ya que se está poniendo muy caro defender la verdad cuando hay gente que no quiere escucharla.

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  31. La aceleación del cambio social ha dado lugar a situaciones como la que plantea la viñeta.

    Como dice M. Fernádez Enguita en el libro "educar en tiempos modernos" no sólo se produce un cambio más rápido sino que exige a la población a incorporarse a un mundo distinto del anterior, lo que significa que se pasará por varios "mundos", lo que exige a las sociedades avanzadas a readaptarse a nuevas sociedades y nuevas formas de trabajo y socialización. Esto es debido a los constantes cambios en la organización empresarial, en la organización del mercado de trabajo, en las estructuras urbanas, el acceso a la información, etc.

    Con todos estos cambios sociales es necesario también un cambio educativo que afectará al aprendizaje. Se rompe la tradición de pensar que tras un período de aprendizaje luego vendría un período de vida activa. Tras tantos cambios se hace fundamental nuevas etapas de aprendizaje, un constante reciclaje, formación contínua, lo que implicará continuar aprendiendo a lo largo de toda la vida. Se hablará entonces de una formación permanente.

    En la enseñanza es donde más se harán notar estos cambios, lo que provocará la necesidad de que los profesores estén en constante formación. Esto es debido a que el profesor se encuentra con estudiantes donde en sus casas el nivel educativo de sus padres o tutores es muy elevado o incluso superior al del propio profesor, lo que provoca que la labor del profesor no esté tan "bien visto" como antes. Antiguamente los alumnos que recibían la enseñanza en la escuela procedían de familias con un nivel de formación medio-bajo. Estos cambios sociales son los que producen tensiones entre profesor-padres-alumno debido a que muchas veces los padres subestiman el trabajo y la formación del profesor,incluso pueden creerse superiores a él. En otras profesiones esta inadaptación al cambio no tendrá tanta importancia. Los profesores deben de estar preparados para enseñar capacidades y habilidades transversales.

    Miriam López

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  32. Esta viñeta resume de una manera muy clara tanto el cambio de mentalidad que se ha producido en la sociedad, en la última mitad de siglo, como la devaluación que ha sufrido la autoridad del profesorado.

    Hemos pasado de la autoridad incuestionable que antiguamente poseía el maestro, al poder que tienen los padres y alumnos en la actualidad. A pesar de esto, tampoco estoy de acuerdo con los métodos que se empleaban antiguamente para imponer dicha disciplina, en algunos momentos excesivamente autoritaria ("…la letra con sangre entra…"). Pero de algún modo debemos de recuperar parte de esa autoridad, eso sí con cierta moderación.

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  33. Llama la atención al observar la viñeta las similitudes que existen en ambos casos, encontramos un contexto escolar en el que existe la figura de los padres, la profesora, y el hijo. A duras penas podríamos distinguir que son épocas diferentes si no reparáramos en el año que encabeza la ilustración o la falta de color que existe en la de la izquierda.

    Nada más allá de la realidad, estamos ante dos contextos sociales totalmente diferentes, en la de la izquierda la figura del profesor o maestro, si nos retrotraemos a la época, era la de una persona respetada, con autoridad y la cual no tenía que justificarse por nada ni ante nadie, además aunque hoy en día no parezca muy creíble, hasta se la quería.

    Por otra parte, la ilustración de la derecha refleja la situación en la que se encuentra el profesorado en la actualidad. Observemos la actitud de la profesora en ambas viñetas, en la primera vemos una expresión que denota seguridad, tranquilidad, incluso podríamos añadir altivez.

    En la ilustración de la derecha, la profesora se muestra nerviosa, temerosa e insegura ante la actitud de los padres. Si hablamos de éstos, en la actualidad, encontramos situaciones en las que son meros cómplices en las actitudes de sus hijos, sobreprotectores e incluso abogados del diablo. La falta de respeto que éstos muestran hacia el profesorado hace que los hijos actúen de la misma manera.

    Los padres se sienten capaces de cuestionar la labor de los docentes, teniendo estos últimos que justificarse ante ellos, como si estuvieran yendo en contra de la educación de los alumnos.

    Concluyendo, se ha perdido el respeto por los profesores, tanto por parte de los alumnos como de los padres, el profesor se siente indefenso, incomprendido, y lo peor de todo, en muchos casos desmotivado hacia esta profesión, con lo cual salimos perdiendo todos.

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  34. La imagen refleja la realidad pura y dura. Nos muestra el cambio que se ha producido en la sociedad a lo largo de las últimas décadas, comentado a la perfección en el capítulo 2 del libro M. Fernandez Enguita (Educar en tiempos inciertos). Del cambio intergeneracional, donde al maestro se le respeta, está por encima de la comunidad en la que se integra, al cambio intrageneracional, donde el profesor tiene que reciclarse continuamente, debe seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida. El maestro pierde peso en esta época respecto a la del cambio intergeneracional. Es decir, pierden autoridad en contrapartida con los alumnos.

    Dicha imagen la podemos observar en muchos
    colegios, donde los padres creen a sus hijos y restan importancia al papel del maestro. Muchos son los padres que creen que el maestro está actuando de una manera incorrecta y reciben muchas críticas (esto no se hace así, este no se entera, este de que va suspendiendo a mi hijo….). Que decir si extrapolamos esta imagen a la del entrenador de fútbol… creo que no hace falta comentar nada de aquel padre que siempre sabe más que el entrenador de su hijo y solamente piensa en ganar y no en educar. Ahí es nada, porque si un padre es capaz de quitar autoridad a un entrenador – educador, me pregunto, ¿qué va hacer el niño?

    Aún así, creo que como bien dice Vicente Calpe en su comentario, el profesor también ha perdido un poco de vocación, no todos, pero si la gran mayoría. Pero creo que esto no es lo más importante, y si resulta preocupante la poca educación o mala educación que los niños reciben en sus hogares.

    VICENTE AMPOSTA ROS

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  35. Estic totalment d´acord amb els meus companys que anteriorment han comentar que l´educació que tenen els alumnes en casa es molt pobra. Compartix també l'observació que fa Ànima en quan a l'alegria en la cara del xiquet quan els seus pares reclamen al professor que les notes no son bones, pensant que no es problema sinó del professor que a puntuat baix. Aquesta situació es dona en la majoria de les aules on el paper que on el professor escriu les valoracions sobre l'aprenentatge dels alumnes cobra més importància que els propis aprenentatges.

    Baix el meu punt de vista, el problema principal es que els pares van a reclamar al professor que les notes del seu fill són baixes o negatives i no es pregunten el perquè d'aquestes. Ací resideix el principal problema, ja que el que importa aleshores no es l'educació i aprenentatge sinó les qualificacions.

    Com comenta el meu company Rafa Marín, vivim en una societat de excessiva protecció als menors. Els pares pensen sempre que el seu fill no s'equivoca mai, és intocable per a ells i es qüestiona la paraula de l'adult al que deixen a càrrec l'educació del seu fill abans de pensar que el problema , tal volta el tenen a casa.

    Com a conclusió dir que l´educació dels alumnes passa tant per els pares com per els professor, els dos tenen un objectiu comú i deurien avançar junts per tal de conseguirlo, en el moment en que un dels dos grups d'educands resulta desacreditat a favor del alumne, aquest pert el respecte i es complica l'objectiu.

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  36. La pregunta que me formulo yo a mí mismo es ¿hasta cuándo vamos a tolerar esta situación inaceptable? El principal problema radica en la creencia actual donde lo importante no es el conocimiento, la cultura, la disciplina y otros muchos valores sino "superar el escalón". Sin embargo, ese escalón en muchas ocasiones no conducirá a ningún lugar. Estamos en la filosofía del "5" y os serán conocidas frases tales como: "Con aprobar me conformo" "¿Para qué más?"

    La situación actual es caótica y el devenir del mundo laboral es muy incierto. Por ello, se debe de actuar ¡ya! para que la sociedad reconozca las profesiones con estudios y seamos respetados. Por tanto, no creo que sea una buena solución realizar recortes sociales, recortes salariales y un impacto televisivo negativo, que para muchos niños será como su figura educativa pues muchos padres ya sea por despreocupación o por jornadas laborales, que cada vez son más extensivas, desatienden la educación de sus hijos. En respuesta a esto, una educación familiar, un interés por parte de los padres de que su hijo/a aprenda, tenga conocimientos y valores será algo a elogiar y hará con gran probabilidad que su hijo demuestre interés por ampliar sus conocimientos y no por sacar cincos.

    A continuación os voy a relatar una anécdota que sufrió mi padre cuando era director de un centro educativo, en el cual tenía a un alumno problemático (uno de tantos) y decidió informar de la situación a sus padres. Pues una vez reunidos, la madre con los mismos modales o menos que podría tener un neandertal gritándole le comentó “tú no eres nadie para decir lo que tiene o no tiene que hacer mi hijo” “además para que quiero que mi hijo estudie si mi marido que trabaja en el mercado gana muchísimo más que tú”. Lo más triste de la situación es que en parte tenía razón porque hay una devaluación (tanto social como económica) de las profesiones con estudios, ¿cuántos diplomados/licenciados están en el paro? O ¿ejerciendo profesiones en las que no se requiere estudio alguno? O ¿trabajando con unas condiciones laborales deplorables?.... Esta es nuestra sociedad…. En la que premiamos al inepto, vago, corrupto, etc.

    En definitiva, esta situación se erradicará, en el caso de que erradique, si se produce una revolución social en el que se promueva un interés por el conocimiento y la educación en el que los profesionales sean admirados. Pues la sociedad del Bienestar se está desmantelando y el objetivo es dinamitar la clase media y sus valores.

    Sergio Edo Luque

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  37. Como bien han dicho mis compañeros, en la imagen se ilustra el cambio de actitud de los padres y las situaciones de menosprecio a la figura del profesor. Antiguamente los padres cuando veían las malas notas de los hijos nunca cuestionaban la autoridad de los profesores, sino más bien culpaban a los hijos de no haber estudiado más. Por el contrario, en la actualidad, la figura y el papel del profesor a perdido poder, con lo que las malas notas de los hijos las atribuyen a los profesores enfrentándose a ellos y disminuyendo la autoridad que se merecen delante de los propios alumnos.
    Todo esto hace que en las escuelas cada vez sea más difícil tratar con los alumnos y haya más casos de agresiones, insultos, etc. Tenemos que conseguir que eso cambie y volver a ser respetados tanto por los alumnos como por los padres.
    Nosotros como docentes no debemos de venirnos a bajo nunca, ya que lo único que intentamos es que esos niños se formen intelectual y personalmente, con una buena educación.

    Antonio Reina Gutiérrez

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  38. En esta viñeta observamos lo que está pasando hoy en día los colegios. El profesor ha perdido la autoridad que tenía en épocas anteriores, y los padres solo acentúan el problema dando prioridad a la información que se plasma en el boletín de notas, en vez de preocuparse por que su hijo realmente adquiera los conocimientos necesarios para poder tener un futuro prometedor. Culpan al profesorado del bajo rendimiento académico de sus hijos sin ni siquiera plantearse que quizá al que deben pedir explicaciones no es al profesor sino a su propio hijo. Esta viñeta nos permite darnos cuenta de que los padres en la actualidad solo buscan ver un calificativo adecuado, mientras que realmente les debería preocupar los conocimientos adquiridos por su hijo.

    Además los mismos padres culpan al colectivo de profesores del fracaso escolar de su hijo, en vez de reconocer que se ha producido un estancamiento en el alumnado por adquirir conocimientos.

    Creo que los padres deben de ser más exigentes con sus hijos, para que estos obtengan unos conocimientos básicos, y también darle confianza al profesorado para que estos puedan desarrollar sus métodos de enseñanza correctamente.

    También considero un grave problema y creo que hay que resolver, la relación alumno-profesor ya que el alumno ha perdido el respeto hacia este, lo que dificulta la transmisión de conocimientos. Además los padres acentúan este problema, dando la razón a los alumnos, y culpando totalmente a los profesores.

    Considero que el principal problema reside en la falta de educación personal y hacia los demás, con el que llegan los alumnos al colegio, lo que impide y dificulta la adquisición de una adecuada educación escolar.

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  40. Estas dos viñetas reflejan dos momentos de la historia de España en relación con la escuela: la primera, está ambientada en la época franquista, mientras que la segunda se ambienta en la actualidad.

    El sistema educativo en general y la escuela en particular están inmersos en la sociedad. Hay una estrecha relación entre el sistema social y el sistema educativo; la sociedad articula un tipo concreto de sistema educativo y la escuela juega un papel de subordinación dentro de esta. La escuela está sometida a los valores sociales dominantes. Cada viñeta se hace eco de una sociedad y cada sociedad se refleja en una escuela.

    En ambas viñetas podemos destacar tres aspectos: la figura del alumno, la figura del docente y la figura de los padres. En primer lugar, el alumno ha pasado de ser una figura sumisa a quejarse ante el profesor y considerarse con una jerarquía superior a este. En la actualidad se dan incluso casos de bullying hacia los docentes. Por otra parte, la trayectoria del alumno en la escuela se basa en la búsqueda del beneficio personal mediante la competitividad, de ahí que en la camiseta que lleva éste en la viñeta aparezca el número 1. En segundo lugar, la figura del docente ha pasado de tener autoridad (incluso pudiendo procesar maltratos tanto físicos como psicológicos a sus alumnos) a ser un mero ejecutor del sistema. En la actualidad, los docentes sufren vejaciones como el bullying y su labor está continuamente cuestionada tanto por los padres como por los mismos alumnos. No obstante, el docente debe ser un guía comprometido en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Finalmente, la jerarquía del profesor no solo se refleja en sus alumnos, sino que su valor también se refleja en los padres. Los padres han pasado de respetar la labor del docente a ponerla en duda.

    En definitiva, la sociedad actual está basada en el resultado y no en el proceso, por ello no se respeta la figura y labor del docente. En la escuela se fomenta la búsqueda del éxito por parte del alumno por encima de la autoridad del docente y como consecuencia no importa llegar a ser el mejor de uno mismo sino el primero entre todos

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  41. Aquesta vinyeta respresenta perfectament la societat d'avui en dia, tant en les aules com en la vida fora d'elles. La gent jove ja no té respecte per les persones majors, i cada vegada són més els problemes als instituts entre l'alumnat i el professorat.

    La figura del professor ja no demostra respecte com 20 anys enrere o inclús menys, i això s'està demostrant dia tras dia, veent com els alumnes no es comporten en classe i els professors són incapaços de posar ordre. I això és així perqué el professorat no té el poder que hauria de tindre, jo crec que haría de ser una autoritat superior, com els policies, i se'ls hauria d'obeir obligadament.

    Jo tampoc estic conforme en les formes de donar classe dels anys 40, 50, 60, etc, on el professor era una autoritat respectada i podía fer el que voldria en classe, inclús pegar i maltractar. Però crec que la figura del professor s'hauria de revalorar i donar-li més poder perqué sinó cada vegada anirà a pitjor.

    També he de dir que per a mí la gran culpa del que està passant en la societat actual caractertzada per jovens que ni estudien ni treballen, és dels pares, i ho dic rotundament. Aquests pares moderns no han sabut educar als seus fills ni inculcar-los els valors adecuats d'esforç, disciplina, etc, i en canvi els deixen fer el que volen i damunt els recompensen. Jo sé de xiquets del meu poble que els pares com a recompensa per haber repetit curs els han regalat una moto nova.

    Jo els diría a aquests pares, com vols que el teu fill s'esforçe i es comporte si no té cap objectiu per el qual lluitar, si sense fer res tenen tot el que volen.

    Doncs bé, aquesta és la meua reflexió, i crec que açò va a pitjor, perquè ara si els xiquets suspenen els pares ja no els tiren la culpa a ells, sino que per a ells la culpa de que hajen suspés es dels professors.

    També es cert que hi ha professors que no són prou autoritaris, però es que tampoc pots passar-te, ja que com els fajes alguna cosa, o els toques, ara els pares no dubten en denunciar per qualsevol tonteria. Crec que aquestes són les coses que el govern ha de corregir, i donar més poder al professorat si volen que la situació millore, perqué sino la cosa anirà cada vegada a pitjor.

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  42. Aquesta vinyeta il·lustra i representa el canvi que ha sofert l'educació, i més concretament, la posició del professor, als darrers 40 anys. S'observa primerament com els pares recriminen les males notes al seu fill, mentre que a la segona és completament diferent i atribueixen les males notes al docent. Malauradament aquesta situació ha vingut donant-se durnat els últims anys amb major freqüència i perillositat. Així doncs, s'observa una pèrdua d'autoritat i de lideratge per part del professorat que està perjudicant el desenvolupament de les classes, i més important, la pròpia educació. Per altra part, puc entendre que els pares tinguen una major confiança en els seus fills que en el professor, pel fet de ser els seus fillsi que voldran el millor per a ells. Però també hem de qüestionar-se que tal volta no siga la millor educació la que està rebent el xiquet a casa (sobreprotecció). Aleshores per a nosaltres, futurs docent i vegent aquest canvi social i educatiu que està succeint, deuriem plantejar-nos que és més important: una educació quantitativa basada en l'aprovat o suspens de l'alumne, o d'altra qualitativat transmetent coneixement i valors útils per ell?.

    Ador Paredes i Molina

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  43. Bueno, tercera vez que publico en esta pregunta, pienso, despues de haber leído alguno de los comentarios expuextos por mis compañeros a la viñeta, primeramente exponer que estoy de acuerdo con muchos de ellos y pienso que el principal problema que existe respecto al objetivo de la viñeta es el cambio de mentalidad que existe en la sociedad, es decir, antiguamente todo el mundo sabia que lo que el profesor decia iba a misa, ( aunque tampoco deberia de ser asi, deberia de haber habido un poco más de interacción entre el profesor y el alumnado), a día de hoy, ese respeto que antiguamente exista hacia el profesorado se ha ido perdiendo poco a poco, hasta ocurrir imagenes como la que se muestra la viñeta o incluso acciones que salen todos los días de alumnos pegandole a los profesores.

    Por tanto, pienso que el principal problema que existe, es el cambio generativo que ha sufrido la sociedad, intentado llevar la razón cada uno en cualquier aspecto, y mirando hacia otro lado cuando los problemas estan en sus mismas narices.

    Centrandome en la viñeta, analizar, como se puede observar que la primera viñeta hace referencia a una época donde existia un respeto al profesor, y cuando el profesor evaluaba a los alumnos, los padres creian en esa evaluación, como se puede observar en la segunda viñeta, ese respeto que antiguamente exista hacia el profesor se ha ido perdiento o deteriorando como lo querais ver, y ocurre lo que se muestra en la segunda viñeta donde, desde el punto de vista de los padres, la culpa es del profesor por no saber transmitirle los conocimientos necesarios a sus respectivos hijos para que estos puedan aprender adecuadamente, en algunos casos, pero en otros casos todavia es más triste, ya que a los padres no les interesa que sus hijos aprendan o no, simplemente que aprueben y pasen de curso, es decir, se trata de un aspecto más cuantitativ que cualitativo, que es lo realmente triste.

    Por tanto, para concluir, desde mi punto de vista y coincidiendo con la mayoria de compañeros, creo que el problema esta en la sociedad actual, en la mentalidad que se ha ido dando a esta sociedad de hoy en día, y que para erradicarlo debería de existir un cambio en la sociedad en general, no simplemente en la educación, es decir, como explica la Teoría Crítica del Curriculum, pienso que la sociedad implica un aspecto muy importante dentro de la educación, no sólo dentro de esas cuatro paredes del aula, y que ese problema debería erradicarse primeramente desde el ámbito familiar, para cambiar esa mentalidad que podemos observar en la viñeta.

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  44. Esta viñeta nos muestra de una manera gráfica el cambio generacional que la sociedad ha experimentado en los último años y concretamente vemos el ámbito de la educación, en el cual el papel del alumno y el papel del profesor así como las responsabilidades de cada uno ha sufrido una evolución importante y que posteriormente comentaremos.

    Centrandonos en la viñeta, vemos que en el primer gráfico hay un profesor y un alumno, y los padres de éste estan pidiéndole explicaciones debido a que ha obtenido malas calificaciones. Ésta era una etapa en la cual la gente estaba muy concienciada del papel que desarrollaba el personal docente o los profesores y por tanto se les tenia un gran respeto ya que ellos proporcionaban la educación correcta y adecuada a los hijos para la época y situación en la cual se encontraba España. Por tanto, si algún alumno no obtenía buena snotas, los padres centraban sus iras en el niño ya que no se había esforzado lo suficiente y dejaban libre de responsabilidades al profesor.

    Hoy en día nada funciona así. Debido al cambio que hemos sufrido y a la evolución que hemos experimentado, el prisma que tienen los padres sobre los profesores ha sufrido variaciones que hacen que el personal docente no esté tan bien considerado y por tanto no se le tenga el respeto que se le tenía hace unos años. De este modo, cuando el niño saca malas notas, todas las miradas y todas las responsabilidades se centran en el profesor intentando obtener una respuesta al poco esfuerzo realizado por el niño.

    Esto nos lleva a pensar como conclusión que el profesor esta poco protegido ante la sociedad, que tienen poco respeto hacia él y que en caso de malos resultados, será el primero en ser señalado dejando libre de responsabilidades a los que verdaderamente deben responder ante esta situación, los niños.

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  45. Aquesta imatge ès un reflex del que està passant amb la societat actual, comparat amb el que passava fa 40 anys.

    En aquella època, els professors eren respectats per tot el món, tant pel alumnat com per els pares i la seua figura transmitia uns valors morals que aprenien els alumnes i que molta gent encara recorda aui i ho agraeix. També hi ha que dir que en alguns casos els castigs que es recibien per no fer els deures o per un mal comportament eren excesius i que inclús arribaven a la violència, cosa innecessària però també ajudava a que l'alumnat estudiara i amb el temps recordara les coses.
    Qualsevol dels nostres pares es sap de memòria tots els rius d'espanya i totes les serralades i per contra, la meitat dels alumnes de 18 anys d’aui en dia no tenen ni idea d'on es troben aquests.
    Es la societat actual, un sistema que no funciona i on el professor ha donat pas a ser una persona que ja no transmet els valors que deiem anteriorment i té un paper al que ja no se li guarda respecte.
    En la meva opinió, la gran part de la culpa no es del professor i tampoc del sistema educatiu sinó de la joventut actual que ha perdut el respecte a tot.
    Quan jo tenia 12 anys (i tampoc fa tants anys) no contestava als adults per el simple fet de ser adults i guardava un respecte a la gent major. Ara, els joves no tenen problemes en contestar a ningú ni a res.

    Amb tot açò no vull dir que l’educació ni la severitat de fa 40 anys fòra millor que el que hi ha ara, perquè no ho pense ni ho es, el que si que vull dir es que es necessita un canvi en la gent, començant perquè els pares no es queixen al professor si aquest suspén i si als seus fills que son els que han de millorar. Respectant als adults per el simple fet de ser majors i meréixer aquest respecte. I intentar aprendre les coses no per el fet de tenir un exàmen, sinó per tenir uns coneixements que potser en un futur siguen bons per al nostre treball o per a qualsevol cosa.

    Emilio Calvet Olmedo

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