dissabte, 25 de desembre del 2010

Qüestió 33 (tema 8):

En què consisteix l´avaluació continua?

33 comentaris:

  1. La evaluación continua es aquella que se lleva a cabo durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y pretende superar la relación de la evaluación con el examen o la calificación final.
    Esta evaluación continua puede ser sumativa, la cual es de carácter transversal, basada en pequeños test entre la evaluación inicial y la evaluación final en forma de productos o de procesos terminados, no del proceso propiamente dicho. Este tipo de evaluación se relaciona con el modelo técnico de diseño del currículum ya que este tipo de evaluación no propone modificar, ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino simplemente determinar su valía.Esta evaluación, nos da una información en forma de calificaciones durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje que después se sumarían y de la media se sacaría la nota final de alumnado.

    Por otro lado, también relacionado con la evaluacion continua, se encuentra la evaluacion formativa, este tipo de evaluacion se liga al proceso y es de carácter longitudinal, no en forma de tests, sino valorando el proceso como tal. Se utiliza preferentemente como estrategia de mejora del proceso y para ajustar y orientar sobre la marcha los procesos educativos.
    La evaluacion formativa tiene que ser (Diaz Lucea, 2005):

    - Integrada y centrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje. (La evaluación forma parte de un continuum y como tal , debe ser continua, integrada en el currículo, y con el, en el aprendizaje. No son tareas discretas, discontinuas, aisladas, etc. Tampoco es un apéndice de la enseñanza.
    - Integrada en las acciones y tareas habituales del profesor.
    - Que el resultado de la misma sea verdaderamente formativo y educativo y no sancionador y calificador.
    - Que sea una ayuda tanto para los alumnos como para el profesor, en vez de suponer una carga y un exceso de trabajo.

    Para este tipo de evaluación formativa es fundamental la recogida de información por parte del profesor cada día de clase, y posteriormente, el profesor debe analizar esa información tanto para evaluar a los alumnos, como para evaluar sus clases. Como se puede observar, este tipo de evaluación se corresponde con el diseño deliberativo y es una evaluación continua y formativa que busca por un lado el aprendizaje del alumno, y por otro lado, la evaluación del proceso.

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  2. L’avaluació continua és una modalitat d’avaluació que ha agafat força amb el nou sistema d’enfocament per competències i que situa l’alumne al centre del procés d’ensenyança-aprenentatge.

    Aquesta forma d’avaluació pretén reorientar el mateix procés perquè es donen les necessàries modificacions en funció de les informacions que la pròpia avaluació dona. És a dir, es produix un seguiment del treball i dels coneiximents que l’alumne va adquirint mitjançant diversos mètodes evaluatius com proves escrites, treballs en grup, presentacions en pantalles...
    D’altra banda l’avaluació continua comença amb una valoració inicial que ens permet conéixer la situació real dels alumnes en el moment d’iniciar el procés. A partir d’aquest coneixement inicial, l’avaluació pot donar-se de dos formes:

    - Avaluació additiva. Té un carácter transversal, és a dir, van realitzant-se proves durant el curs, ja siga proves escrites, examens o treballs... Es tracta de comprobar els coneixements i habilitats que han adquirit els alumnes amb la necessitat d’establir calificacions.

    - Avaluació formativa. Té un carácter longitudinal, és a dir, a partir de l’avaluació inicial s’avalua el progrés de l’alumne amb el día a día. D’aquesta forma es valoraría l’alumne en funció del progrés obtingut.

    Finalment, tot dues formes d’avaluar finalitzen amb una avaluació final. Aquesta avaluació informa sobre la situació dels alumnes una vegada a finalitzat el procés d’ensenyança-aprenentatge. Tot aquest açò conformaría el procés d’avaluació continua.

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  3. La evaluación formativa o contínua se utiliza con fines de retroinformación que puede servir tanto para mejorar el aprendizaje de los estudiantes como para mejorar la enseñanza impartida. La evaluación formativa es un buen sistema de aprendizaje. Permite identificar los errores en el proceso, ajustándolo y orientándolo.

    Las características de esta clase de evaluación son, en primer lugar, que se debe realizar mientras dura el proceso para que la mejora pueda incidir en él; en segundo lugar, que debe detectar los aprendizajes adquiridos y también las lagunas; y, finalmente, que debe proporcionar un feed-back tanto al estudiante como al profesor.
    En este tipo de evaluación favorece la “práctica distribuida” del aprendizaje frente a la tradicional “práctica masiva”. Esta última implica grandes volúmenes de información en períodos muy cortos de tiempo que el estudiante debe asimilar. En cambio, la evaluación contínua promueve el ritmo de estudio establecido por el profesor lo que favorece la denominada práctica distribuida que consiste en el estudio de unidades de aprendizaje reducidas y distribuidas a lo largo de amplios periodos de tiempo.

    Este tipo de evaluación utiliza los resultados obtenidos durante el curso al hilo del aprendizaje y con fines de calificación.
    Tradicionalmente, la evaluación ha estado centrada en la etapa final del aprendizaje y el estudiante suele enfocar su aprendizaje en función del tipo de evaluación seguida; además, generalmente, está concebida para aprobar más que para aprender.

    No obstante, el profesor, no sólo ha de evaluar al final del proceso de aprendizaje la asimilación de conocimientos y el desarrollo de competencias por parte de los estudiantes, sino que a lo largo del curso ha de proponer con cierta periodicidad actividades, de carácter evaluable, que faciliten la asimilación y desarrollo progresivos de los contenidos de la materia y de las competencias a alcanzar, respectivamente. Se trata del “learning by doing”. De esta forma, la evaluación se convierte en continua o progresiva y el profesor puede realizar un mayor y mejor seguimiento del progreso en el aprendizaje del estudiante, ya que permite una valoración integral.

    Se trata, en suma, siguiendo las teorías constructivistas del conocimiento, de apostar por un aprendizaje significativo. El sistema de evaluación continua, presenta, sin duda alguna, ventajas tanto para el estudiante como para el profesor. En efecto, aquellos estudiantes que participan en la evaluación continua tienen mayores garantías de superar la asignatura que el resto: en primer lugar, porque han asimilado de forma gradual los contenidos más importantes de la materia y porque han desarrollado también de forma gradual las competencias de la asignatura; en segundo lugar, porque conocen la forma de evaluar del profesor, saben qué es lo que más valora el profesor de las respuestas y cómo lo valora.

    En tercer lugar, el estudiante recibe información sobre su propio ritmo de aprendizaje, siendo capaz de rectificar los errores que ha ido cometiendo, encontrándose en condiciones de reorientar su aprendizaje y, en definitiva, implicándose de forma más motivada en su propio proceso de aprendizaje. Y, en último lugar, la evaluación continua ha de servir de preparación a los estudiantes de cara a la prueba final de evaluación, ya que, por coherencia, el examen final tendrá la misma estructura que las actividades propuestas a lo largo de todo el curso.

    Fuente: Delgado AM., Borge R., García J., Oliver R., Salomón L., “Competencias y diseño de la evaluación continua y final en el espacio europeo de educación superior”, Programa de Estudios y Análisis, Ministerio de Educación y Ciencia, Dirección General de Universidades.

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  4. Intentaré ser breve.
    La evaluación es una tarea imprescindible dentro del contexto educativo. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) se refiere a la evaluación detallando en su artículo 28 (Evaluación y promoción): "La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado de la educación secundaria obligatoria será continua y diferenciada según las distintas materias del currículo". Además de ser una actividad obligada desde el currículo (calificaciones), debe ser una herramienta de mejora tanto para el alumno como para el profesor, y en definitiva, para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Este proceso debe iniciarse con la evaluación inicial (diagnóstico). Tras conocer el nivel de nuestro alumnado (conceptos, procedimientos y actitudes), podremos realizar una programación en función de un grupo concreto, con sus peculiaridades individuales y grupales. Por otra parte, gracias a la evaluación formativa (durante el proceso), podremos conocer la evolución de nuestros alumnos y, por tanto, si la progresión de actividades y metodología utilizada es la adecuada. Por último, la evaluación sumativa nos indicará el balance final de aprendizaje, es decir, la diferencia entre los conocimientos de los que partíamos (evaluación inicial) y los conocimientos alcanzados al final.

    Considero necesario conocer y hacer conocer al alumno el nivel de progreso realizado, a través de controles periódicos que garanticen el conocimiento de los logros y las posibilidades de adaptar el siguiente paso didáctico a los resultados obtenidos.

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  5. La evaluación continua puede definirse como la modalidad de evaluación que se lleva a cabo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de permitir que se reoriente el mismo y se introduzcan los necesarios reajustes, en función de las informaciones que se van recibiendo, de los errores que se van produciendo, etc.

    La evaluación continua, se inicia con una evaluación inicial, continua a lo largo del proceso y concluye con una evaluación final.

    Este tipo de evaluación nos permite conocer la situación real del alumnado en el momento de inicio del proceso, ver la evolución de dicho proceso y al final nos informa sobre la situación del alumnado cuando damos por concluido o cerrado el proceso, de forma que este tipo de evaluación nos permite conocer la situación real de dicho proceso, así como el nivel de consecución de los objetivos propuestos en cada fase.

    Este tipo de evaluación no podrá confundirse, con una serie de pruebas o ejercicios evaluadores, sino que habrá de formar parte de cada una de las actividades que se desarrollen. Está, por tanto, se basará en la programación previa de una serie de una serie de objetivos, contenidos y actividades y para conseguir la adecuada valoración se pensará en unos criterios concretos de evaluación. Para aplicarla, el profesor tendrá que tener previstos una serie de instrumentos y técnicas fiables, que le servirán para evaluar y realizar el seguimiento del proceso.

    Para concluir estoy de acuerdo, con lo que acaba de comentar mi compañera Clara en el comentario anterior, cuando ha dicho que este tipo de evaluación posee varias ventajas ya que los estudiantes que participan en este tipo de evaluación deberían de tener mayores garantías de superar la asignatura “X” ya que han seguido de manera continuada los contenidos y han desarrollado las competencias de dicha materia. Al igual que le servirá al alumnado de cara una prueba final de evaluación por parte del profesorado para ver como se encuentra de preparado de cara a esa prueba.

    Arturo Calaforra

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  6. La evaluación prioritaria para un proceso de enseñanza aprendizaje debe ser la continua, así pues la evaluación mediante pruebas en momentos puntuales del proceso la tenemos que eliminar, y para realizar una buena evaluación continua tenemos que tener claro unos pasos a seguir a los que llamamos fases de la evaluación.
    La primera fase la llamamos evaluación inicial, esta es la que se realiza al inicio de cada unidad didáctica, este tipo de evaluación tiene un carácter de orientación, para darnos una idea de que capacidades tienen los alumnos y para servir y adecuarnos a las características nuestros alumnos.
    La segunda es la evaluación progresiva, esta se realiza a lo largo de todo el proceso de aprendizaje y posee un carácter formativo sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Al mismo tiempo se basa en una retroalimentación de carácter continuao del profesorado que le informa si se están haciendo bien las cosas y cumpliendo los objetivos marcados al inicio de cada programación.
    Para acabar esta la evaluación final o sumativa, y seria como la suma de las dos evaluaciones que ya hemos comentado y nos hace observar el nivel real que el alumnado ha conseguido o observando el rendimiento final y la eficacia del proceso enseñanza aprendizaje que se les ha dado.

    Santiago Villanueva Castelló.

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  7. Como ya han comentado anteriormente mis compañeros, la evaluación continua es un modo de evaluación que consiste en valorar el proceso de aprendizaje del estudiante, mediante un seguimiento del trabajo realizado durante un curso y los conocimientos adquiridos.
    Esta evaluación continua incide en el rol del profesor ya que este observa el proceso de enseñanza-aprendizaje y hace al alumno participe de dicho proceso

    Este modo de evaluar está compuesto por tres fases que se desarrollan a lo largo del curso: evaluación inicial, evaluación formativa o sumativa y evaluación final.

    La fase inicial nos sirve para saber cuáles son los conocimientos previos de los alumnos, y de esta forma adaptar la materia a las necesidades del alumnado en base a sus conocimientos, conceptos que ya posee.

    Por lo que refiere a la evaluación sumativa es de carácter transversal ya que es una evaluación para el desarrollo, porque cada cierto periodo de tiempo (trimestre) se califica el nivel del alumnado. Por otra parte cabe destacar la fase formativa, que también es una evaluación para el desarrollo pero de carácter longitudinal, ya que se intentan resolver las necesidades o dudas que aparecen dentro del proceso educativo.

    El último apartado sería la evaluación final, que es la consecuencia de todos los objetivos establecidos previamente durante el curso, ver hasta dónde han llegado estos objetivos en la obtención de resultados, que en este caso sería el aprobado, en base a los criterios de evaluación.

    FERNANDO GARCÍA PASCUAL

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  8. El concepto de evaluación continua viene de los distintos métodos de evaluación de modo que va a darse importancia al proceso. Este concepto surge de considerar la educación como un proceso de perfeccionamiento, donde se van realizando una serie de cambios permanentes en función de la conducta de los alumnos, es decir, del desarrollo de su enseñanza-aprendizaje.
    Estos cambios aparecen como fines del proceso, pero para el acceso a los mismos, se establecen etapas y objetivos, cuyos logros condicionan el logro final. La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje debe tener como una de sus características principales la continuidad.
    La evaluación continua ofrece al profesor la experiencia diaria con cada alumno, que beneficiará a los demás alumnos y a las futuras programaciones. De esta manera el profesor no evalúa el cumplimiento o no de un objetivo concreto, sino el proceso de aprendizaje que ha protagonizado dicho alumno.

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  9. La evaluación continua utiliza los resultados obtenidos durante el curso al hilo del aprendizaje y con fines de calificación.
    La evaluación continua puede darse de dos tipos: sumativa y formativa.
    -Sumativa: a partir de una evaluación inicial se van realizando diferentes pruebas a lo largo del curso, ya sean exámenes, controles, etc, para concluir con una evaluación final.
    -Formativa: a partir de una evaluación inicial se van evaluando los progresos de los alumnos día a día, concluyendo con una evaluación final.
    Mediante este sistema de evaluación, surge la consideración de la educación como un proceso de perfeccionamiento y optimización, en el cual desde luego con el conocimiento de una situación inicial, que se sabrá con él diagnostico o evaluación inicial y con el cual se pretende lograr cambios permanentes y eficaces en la conducta de los alumnos.
    Como conclusión, la evaluación continua es una fase importante del proceso de aprendizaje, por las condiciones que presupone (planificación) y por los resultados que genera (individualización y reajuste), resulta un procedimiento adecuado de mejoramiento didáctico.

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  10. Mitjançant l' avaluació contínua es valora el procés d' aprenetatge de l' estudiant a partir del seguiment continu del treball que realtiza i dels coneixements que va adquirint, per tant, poden introduir- se de forma inmediata les modificacions necessàries per optimitzar el procés i millorar els resultats obtinguts
    Aquest concepte sorgix de la consideració de l' educació com un porcés de perfeccionament i optimització.
    L’avaluació continua comença amb una valoració inicial que ens permet conéixer la situació real dels alumnes en el moment d’iniciar el procés. A partir d’aquest coneixement inicial, l’avaluació pot donar-se de dos formes:
    Avaluació additiva que té un carácter transversal, és a dir, van realitzant-se proves durant el curs, ja siga proves escrites, examens o treballs... on es comprova els coneixements i habilitats que han adquirit els alumnes amb la necessitat d’establir calificacions.
    I, avaluació formativa que té un carácter longitudinal, és a dir, a partir de l’avaluació inicial s’avalua el progrés de l’alumne amb el día a día. D’aquesta forma es valoraría l’alumne en funció del progrés obtingut.
    Finalment,es realtitza una avaluació final que informa sobre la situació dels alumnes una vegada a finalitzat el procés d’ensenyança-aprenentatge.

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  11. Dentro del proceso de evaluación tenemos diferentes elementos para el desarrollo del mismo como el objeto de evaluación (lo que evaluamos), el sujeto de evaluación (la persona que evalúa), la manera de evaluar y cuándo evaluar. En función de este último aspecto, tenemos diferentes momentos en los cuales llevar a cabo la evaluación.

    Siguiendo a Scriven (1967), que fue el primero en hablar de este aspecto, habla de una evaluación continua compuesta por una evaluación inicial, un proceso y una evaluación final.

    La evaluación continua es aquella que se llevará a cabo durante todo el curso, pero en función como se desarrolle dicha evaluación podemos dividirla en sumativa o en formativa.
    La evaluación sumativa es la evaluación del desarrollo, y tiene un carácter transversal, es decir, partiendo de la evaluación inicial se determinan a lo largo de curso una serie de evaluaciones que, al sumarlas, nos dará como resultado la evaluación final.

    Por el contrario, la evaluación formativa es la evaluación para el desarrollo, con un carácter longitudinal a lo largo del curso. Dentro de este tipo de evaluación también partimos de una evaluación inicial pero la manera de llegar a la final es distinta a la adoptada en la sumativa. Se está evaluando constantemente el proceso, centrándose, además de en aprendizajes motores y en resultados objetivos, en otros aspectos a controlar por parte del profesor, lo que hace de éste un proceso más subjetivo.

    Por último, señalar que la evaluación sumativa está más relacionada con un modelo tecnológico mientras que la formativa se ve más reflejada en un modelo deliberativo, lo que no quiere decir que en un modelo deliberativo no se pueda utilizar la evaluación sumativa y viceversa.

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  12. Álvaro Garrido Montero2 de gener del 2011, a les 11:32

    La evaluación continua hace referencia y engloba todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
    Esto no quiere decir que en este tipo de evaluación, se aprecie únicamente los conocimientos que ha adquirido el alumno al final del proceso, ya que se tiene muy en cuenta el proceso.
    Por lo tanto es una evaluación que no se centra principalmente en el producto, sino que le da mucha relevancia a ese proceso hasta llegar al final.
    Para conseguir todo esto, se sigue el siguiente camino:
    1º-Se realiza una evaluación inicial
    2º-Una evaluación sumativa (evalúa el desarrollo, teniendo un carácter transversal del proceso. Le da importancia a determinados momentos para obtener después una media) o formativa (evalúa para el desarrollo, teniendo un carácter longitudinal. No revisa lo que va a hacer sino que orienta lo que se va a hacer, evaluándose el proceso de enseñanza-aprendizaje)
    3º- Finalmente se llega a la evaluación final.

    Álvaro Garrido Montero.

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  13. Mediante este tipo de evaluación se valora el proceso de enseñanza-aprendizaje del estudiante a partir del seguimiento continuo del trabajo que realiza y de los conocimientos que va adquiriendo, con lo que pueden introducirse de forma inmediata las modificaciones necesarias para optimizar el proceso y mejorar los resultados obtenidos.
    El proceso de evaluación no debe limitarse a comprobar la progresión del estudiante en la adquisición de conocimientos. Este sistema se encamina más hacia la verificación de las competencias (en el sentido de “demostrar ser competente para algo”) obtenidas por el propio estudiante en cada materia, con su participación activa en un proceso continuo y a lo largo de las diferentes enseñanzas (Grado, Máster o Doctorado).
    Se fomentarán, por ello, las modalidades de evaluación continua de las competencias adquiridas por parte del estudiante a lo largo del curso. No obstante, cuando sea el caso, seguirán teniendo lugar los exámenes finales de las asignaturas correspondientes que precisen de una prueba global de evaluación.

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  14. La evaluación continua puede definirse como la modalidad de evaluación que se lleva a cabo durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, se inicia con una evaluación inicial, continua a lo largo del proceso y concluye con una evaluación final.

    Mediante la evaluación continua se valora el proceso de aprendizaje del estudiante a partir del seguimiento continuo del trabajo que realiza y de los conocimientos que va adquiriendo, con lo que pueden introducirse de forma inmediata las modificaciones necesarias para optimizar el proceso y mejorar los resultados obtenidos.

    Estoy de acuerdo con un compañero que comenta que este tipo de evaluación ofrece al profesor la experiencia diaria de cada uno de sus alumnos y finalmente evaluará el proceso de aprendizaje en sí mismo en lugar del cumplimiento o no de un objetivo determinado.

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  15. La evaluación contínua es utilizado en mayor medida por el nuevo sistema de competencias, donde lo importante es que lo que se aprenda sea útil para "algo". Este tipo de evaluación mide el proceso de aprendizaje del alumno a partir de los conocimientos que va adquiriendo y los trabajos que realiza por lo que se permiten modificaciones para conseguir mejorar el proceso y los resultados que se obtengan.

    Een el libro "La evaluación formativa como instrumento de aprendizaje en educación física" se habla que en EF muchos de los contenidos son progresivos ya que se sustentan en otros aprendidos anteriormente.
    También se habla de dos métodos utilizados para la evaluación: la intuición y la instrumentalización. Mediante estas dos herramientas se conseguirá una evaluación contínua.
    La intuición es un proceso informal de evaluación y viene dado en los procesos de interacción del profesor con sus alumnos. Un ejemplo sería que el profesor reparte responsabilidades a los alumnos y les asigna procesos de evaluación mediante la autoevaluación y autorregulación siempre bajo su supervisión. Aquí el profesor toma un papel importante para regular el proceso enseñanza-aprendizaje.
    Mediante la instrumentalización se recogen datos e informaciones de situaciones concretas que garanticen la objetividad de la evaluación. Esta información puede ser recogida en distintas actividades de enseñanza-aprendizaje planteadas para ello. Las decisiones se tomarán en función de la información obtenida teniendo en cuenta el proceso que ha realizado el alumno y no tanto el resultado final, por lo que se tendrán en cuenta las dificultades.

    Por tanto la combinación de intuición e instrumentalización será fundamental para el proceso de evaluación contínua o formativa.

    Miriam López

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  16. La evaluación continua puede definirse como la modalidad de evaluación que se realiza a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de permitir que se reoriente el mismo y se introduzcan las variaciones necesarias, en función de las informaciones que la aplicación de la propia evaluación va suministrando.
    La evaluación continua se inicia con la evaluación inicial, continúa a lo largo de todo el proceso, y concluye con la evaluación final.
    La evaluación inicial nos permite conocer la situación real de los alumnos en el momento de arranque o iniciación del proceso y la final nos informa sobre la situación de los alumnos cuando damos por concluido el proceso, de forma que la evaluación continua nos permite conocer la situación real en cualquier momento del citado proceso, así como el nivel de consecución de los objetivos propuestos en cada fase. Esto sólo es posible si la evaluación se integra en el propio proceso, adquiriendo así un carácter dinámico, diferente del modelo tradicional de evaluación que se centraba en una prueba inicial, unas pruebas y unas pruebas finales para valorar los conocimientos al concluir el curso.
    No puede confundirse con una serie de pruebas o ejercicios evaluadores, sino que habrá de formar parte de cada una de las actividades que se desarrollen. Está basada en la programación previa de una serie de objetivos, contenidos y actividades y para conseguir la adecuada valoración se ha pensado en unos criterios concretos de evaluación. Para aplicarla tiene que tener previstos el profesor una serie de instrumentos y técnicas fiables, que le servirán para evaluar y realizar el seguimiento del proceso.
    El sistema tradicional utilizaba normalmente el examen para calificar al alumno mediante una puntuación. Para llevar a cabo una evaluación continua se utilizarán pruebas orales y escritas siempre que el profesor lo considere oportuno, pero además tendrá que valorar una serie de aspectos que en la evaluación tradicional no se solían tener en cuenta y para ello tendrá que recurrir a otras técnicas e instrumentos (observación directa, diario del profesor, diario de clase, etc.).

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  17. Mediante la evaluación continua se valora el proceso de aprendizaje del estudiante a partir del seguimiento continuo del trabajo que realiza y de los conocimientos que va adquiriendo, con lo que pueden introducirse de forma inmediata las modificaciones necesarias para optimizar el proceso y mejorar los resultados obtenidos.
    El proceso de evaluación no debe limitarse a comprobar la progresión del estudiante en la adquisición de conocimientos. El nuevo sistema se encamina más hacia la verificación de las competencias (en el sentido de “demostrar ser competente para algo”) obtenidas por el propio estudiante en cada materia, con su participación activa en un proceso continuo y a lo largo de las diferentes enseñanzas (Grado, Máster o Doctorado).
    Se fomentarán, por ello, las modalidades de evaluación continua de las competencias adquiridas por parte del estudiante a lo largo del curso. No obstante, cuando sea el caso, seguirán teniendo lugar los exámenes finales de las asignaturas correspondientes que precisen de una prueba global de evaluación.
    Las competencias a alcanzar, o los objetivos docentes propuestos en un plan de estudios, deben ser evaluables. Los procedimientos y las técnicas establecidos para evaluar el nivel de adquisición y progreso del aprendizaje de los estudiantes pueden ser muy variados:
    -Pruebas objetivas (verdadero/falso, elección múltiple)
    -Trabajos y proyectos
    -Pruebas orales
    -Informes/memorias de practicas

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  18. La evaluación continua es el referente de aplicación en el ámbito escolar. En dicho contexto educativo “la evaluación debe entenderse como una actividad crítica de aprendizaje”. (Alvarez Mendez, 1993; en Álvarez Méndez, 2001)

    Como actividad crítica debe servir para crear juicios de valor que permitan la regulación de dicho aprendizaje. Una regulación continua, necesaria para que tenga lugar el proceso de enseñar y aprender, ya que en el desarrollo del currículum escolar el alumno se implica tomando muchas decisiones (Sanmartí, 1996). Estas decisiones no pueden pasar por alto sino que deben ser valoradas y reguladas.

    Así pues dentro de dicha evaluación continua o regulación, encontramos la EVALUACIÓN INICIAL que configura las condiciones iniciales de partida, eso sí, si prestamos atención a la EVALUACIÓN FORMATIVA debemos tener en cuenta que el punto de partida no es el cero o la nada, precisamente, la evaluación formativa tiene un carácter longitudinal, educativo y formativo, a largo de toda una etapa por lo que pretende formar a través de un proceso. Por tanto, como se expresa en nuestros apuntes, es una evaluación para el desarrollo (para adquirir habilidades que permitan desarrollarse al alumnado, lo que va en concordancia con las Competencias Básicas del Currículum)

    La EVALUACIÓN ADITIVA o SUMATIVA tiene un caracter más transversal, y pretende evaluar el propio desarrollo. Hablaríamos de la regulación continua durante un curso lectivo, por ejemplo. Evaluación aditiva y formativa, por tanto, deben complementarse y concordar entre ellas. Al hablar de evaluación aditiva o sumativa, no se debe caer en el error de confundirla con la evaluación final, puesto que se estarían aplicando criterios propios de una racionalidad técnica midiendo de esta manera la eficacia o eficiencia de las actividades del alumnado y no tanto el desarrollo de éste.

    La EVALUACIÓN FINAL, por tanto, debe entenderse como un componente más del proceso de evaluación o regulación continua, aplicando de esta manera criterios propios de una racionalidad práctica o crítica. De tal modo, la palabra FINAL podría entenderse como procesual o dinámica, en lugar de puntual o terminal. (Álvarez Méndez, 2001)

    Para acabar, solamente añadir que he intentado hacer este comentario, para comprender en qué consiste y qué compone la EVALUACIÓN CONTINUA en el contexto escolar; y como conclusión, decir que en los cursos o edades en las que la personalidad es muy susceptible al cambio (E.S.O), la aplicación de la evaluación formativa es de vital importancia.

    BIBLIOGRAFÍA:
    - Álvarez Méndez, J.M. (2001) Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid: Morata.
    - Sanmartí, N. (1996) Enseñar, aprender y evaluar: un proceso de regulación continua. MEC.

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  19. En lo que se refiere a evaluación continua, decir que esta supone la evaluación a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Esta comprende una evaluación inicial que permite saber cuál es el estado en el momento de iniciar el proceso; y la continua por medio de una evaluación formativa que nos permite poder analizar y conocer la situación real en cualquier momento del citado proceso, así como el nivel de consecución de los objetivos propuestos en cada fase.

    La evaluación inicial utiliza elementos como el test, el juego para observar la motricidad y habilidades sociales, y en la formativa interesa evaluar que se ha conseguido en cada fase para saber cómo orientar las siguientes fases.

    Por tanto, decir que es importante que el profesor pueda recurrir a aspectos como son el diario del profesor, el diario de clase, recogida de información con el fin de que este pueda evaluar tanto a los alumnos como a sus clases.

    IGNACIO OLCINA GIMÉNEZ

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  20. El concepto de evaluación continua a pesar de tener con la llegada de las competencias básicas mayor relevancia, es un término que ya se había introducido en el currículum escolar anteriormente.
    Coincido con mis compañeros en el propósito de este tipo de evaluación al decir que no consiste en realizar un mayor número de controles sino que se trata de una atención continuada a todas las manifestaciones del alumno que nos sirvan para comprobar y mejorar la acción educativa. Es decir, no se trata de una evaluación final, sino como un proceso integrado con el proceso de información.
    Los comentarios anteriores explican los contenidos que diferencian las dos vertientes de Evaluación Continua, la sumativa y formativa y sus orientaciones de estas hacia un modelo técnico o delibertaivo respectivamente, pero estas dos parten desde el mismo punto, la evaluación inicial, que te permite conocer el nivel inicial de cada alumno (capacidades, estado físico, conocimientos, experiencias previas) y una posterior planificación a partir de estas bases conocidas. En mi opinión este punto de partida es imprescindible para una correcta evaluación continua con el fin de orientarla al proceso de aprendizaje y no a una evaluación puntual.
    Como futuros docentes debemos tener claro el modelo de evaluación que vamos a llevar a cabo en el proceso de enseñanza aprendizaje de nuestros alumnos, puesto que determinará nuestra forma de trabajar y los recursos necesarios.
    Finalmente me gustaría destacar el contenido del comentario anterior que propone la utilización de recursos como un diario del profesor de clase donde poder recoger aquellas observaciones que mediante la evaluación de estas permitan un reajuste en el proceso de enseñanza, cambios en la metodología y adecuación de la programación a los alumnos. En definitiva una vez elegida la evaluación continua decantarnos por una vertiente y atender a sus características con el propósito de conseguir cambios permanentes en la conducta de los alumnos mediante nuestra observación continua.

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  22. Parte 1

    La evaluación continua es aquella evaluación llevada a cabo durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
    En toda evaluación continua, se fijarán previamente unos objetivos, contenidos y actividades, para posteriormente dar comienzo a la evaluación mediante una valoración inicial realizada para conocer el punto de partida de los alumnos, y de esta manera poder orientar el proceso de enseñanza, identificando errores y ajustándolos, para así comprobar la evolución de los alumnos durante el proceso.

    Según Coll, Martín y Onrubia (2001), la ayuda educativa y el aprendizaje son aspectos estrechamente relacionados. La evaluación vista desde esta perspectiva por Mauri y Rochera (1997), es un instrumento fundamental proceso y para que el alumno pueda regular su propio proceso de aprendizaje.

    La evaluación continua tiene una serie de finalidades, las cuales nos hacen hablar de dos tipos de evaluación: la evaluación formativa, y la evaluación formadora.
    La evaluación formativa tiene la función de facilitar al profesorado un proceso de toma de decisiones fundamentadas para mejorar su práctica docente en relación con el aprendizaje de los alumnos, y ajustar la ayuda educativa en función de los avances, dificultades y/o retroceso que estos experimentan.
    Por otra parte la evaluación formadora facilita al alumno un proceso de toma de decisiones fundamentadas para mejorar su actividad de aprendizaje.

    A la hora de seleccionar los tipos y secuencia de actividades:
    - En primer lugar se realizan actividades de evaluación inicial, consistentes en respuestas iniciales al análisis de caso realizadas individualmente o en grupo. Profundizando más, se trata de ayudas dirigidas a la toma de conciencia de la definición inicial de la situación por parte de los alumnos y a la creación de una definición compartida entre profesores y alumnos.
    - En segundo lugar, se procede a la realización de una evaluación de proceso, mediante el empleo de glosarios y mapas conceptuales explicativos. Esta parte del proceso consiste en ayudas dirigidas al control, valoración y mejora de los aprendizajes.
    - Para finalizar, el turno son para las actividades de evaluación al final. Para ello se recurre a respuestas finales y proceder a compararlas con las respuestas iniciales, a continuación cumplimentar cuestionarios de autoevaluación en cada bloque temático individualmente o colectivamente.

    Pablo Moreno

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  23. Parte 2

    Como conclusión, la evaluación continua ofrece la posibilidad de obtener diversidad de información acerca del aprendizaje del alumno durante el proceso en el que desarrollemos nuestra enseñanza, teniendo que conocer información general de alumno previamente en forma de valoración inicial. No se fundamenta en el aprendizaje en un momento determinado, como puede representar realizar un examen que determine el conocimiento de una asignatura, la evaluación continua valora el aprendizaje mediante tratamiento de contenidos y actividades durante todo el proceso en el que se desarrolla el aprendizaje.

    Bibliografía:
    Evaluación continua y ayuda en el aprendizaje. Análisis de una experiencia de innovación en educación superior con apoyo de las TIC.
    Autores: Cesar Coll Salvador, María José Rochera Villach, Rosa María Mayordomo Saíz, Mila Naranjo Llanos.
    Departamento Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad de Barcelona.
    Reviasta Electrónica de Investigación Psicoeducativa, nº13 Vol 5(3), 2007. ISSN: 1696-2095.pp:783-804.

    Pablo Moreno

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  24. És el control dels procediments i actituds de les capacitats curriculars, tenint en compte els objectius inicials i finals conseguits o alcançats.

    Josep Mª Santamatilde Peris

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  25. Se entiende por evaluación continua del conocimiento la realización de diversas evaluaciones en momentos diferentes, relacionándose más con un modelo tecnológico que una evaluación formativa en donde el carácter es longitudinal y las observaciones se realizan a lo largo del proceso, esta se relaciona más con un modelo deliberativo.

    La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje debe tener como una de sus características principales la continuidad, es decir, no se debe entender la evaluación como la realización de pruebas en determinados momentos del proceso.

    La evaluación continua es una fase importante del proceso educativo, por las condiciones que presupone (planificación) y por las consecuencias que genera (individualización y reajuste), resulta un medio eficaz de perfeccionamiento didáctico, mejorando así el sistema educativo.

    Algunos métodos e instrumentos para evaluar este tipo de evaluación pueden ser diarios, fichas de seguimiento, fichas de autoevaluación del alumnado para que controle su propio aprendizaje, etc

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  26. L’avaluació continua és un mètode d’avaluació en el que el paper protagonista es centra en el procés d’aprenentatge, i no en el resultat final d’aquest. Així, es realitzaran una sèrie de “proves” sumatòries, però formatives a la vegada, al llarg del curs per avaluar la capacitat d’adaptació i d’aprenentatge de cada alumne. Amb aquestes proves es busca informació, una mena de feedback per orientar al professorat. No es busca un objectiu concret, sinó que l’alumne evolucione positivament amb el procés i que el professor siga capaç de fer que això funcione.

    Tot i això, s’ha de dir que dins d’aquesta, hi ha una avaluació inicial i una altra final. Però, continua al llarg de tot el procés, pel que es poden fer modificacions en tot moment per millorar i optimitzar aquest procés d’aprenentatge, afectant positivament als resultats.

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  27. Pienso que la evaluación continua es un modelo de enseñanza-aprendizaje, en el cual se valora el proceso de aprendizaje del estudiante a partir del seguimiento continuo del trabajo que realiza y de los conocimientos que va adquiriendo, con lo que pueden introducirse de forma inmediata las modificaciones necesarias para optimizar el proceso y mejorar los resultados obtenidos. (Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles)

    Por tanto, como opinión personal creo que el mejor método para evaluar en una asignatura, es una evaluación continua, ya que, tienes en cuenta todo el proceso de aprendizaje que ha llevado el alumno, es decir, desde la evaluación inicial hasta la evaluación final, y mediante la cual puedes observar el progreso que ha llevado el alumno, teniendo que exigirle al alumno evaluación tras evaluación su esfuerzo y trabajo en cada trimestre para la mejora personal en dicha asignatura, y asimismo, llevar un seguimiento más minucioso de toda la asignatura tanto el alumno en la parte de aprendizaj como el docente en la parte de enseñanza.

    Bibliografía.
    CRUE. Runae. Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles

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  28. L'Avaluació continua, podríem definir-la com la valoració per part del docent del procés d'aprenentatge de l'alumne a partir del seguiment continu dels coneixements adquirits i del treball realitzat. Es realitza al llarg del procés ensenyança – aprenentatge, tenint com objectiu millorar els resultats obtessos.Aquesta avaluació engloba una avaluació inicial, on observarem les habilitats i carències de l'alumne; una avaluació continua, durant el curs l'alumne haurà d'anar adquirint els coneixement exposats per part del docent; i una avaluació final, que observarem si l'alumne ha après i adquirit els coneixements que hem volgut ensenyar. Així doncs, aquesta avaluació continua ens permetrà conèixerla situació real si s'han aconseguit els objectius proposats en cada etapa.
    Per altra part, el docent haurà de tenir instruments fiables i aplicables que li servisquen per avaluar i realitzar un correcte seguiment del procés.

    Ador Paredes i Molina

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  29. La evaluación contínua surge como contraposición a los modelos de enseñanza técnico y basado en las tradiciones, en los que se evaluaba con examenes finales, o pruebas concretas que no tenían sentido para muchos de los alumnos. En ella se evalua todo lo que ocurre durante las clases de EF, no solo la realización de ejercicios, sino los comportamientos, el esfuerzo, la cooperación, el progreso... Como bien han comentado mis compañeros existen dos tipos, la evaluación sumativa y la formativa. La sumativa se orientaría más hacia un modelo constructivista técnico, en la que se harían pequeñas pruebas para comprobar los progresos de los alumnos, pero siempre teniendo en cuenta su actiud en las clases y la diferencia entre ellos. Partiríamos de una evaluación inical para poder comprobar los progresos.
    En la evaluación formativa, el profesor debe tomar apuntes o realizar unas memorias de todo lo que sucede en clase, y reflexionar sobre ello para poder evaluar. Para ello se puede ayudar de hojas con ítems que le gusaría evaluar. A mayor número de ítems, más reflejará lo que ocurre en las clases y el aprendizaje diario de lo alumnos. También partiríamos de una evaluación inicial para comprobar y conocer las experiencias y diferencias de los alumnos en cuanto a su físico, su práctica de ejercicio, y sus creencias.


    José Manuel Benavente Cortés

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  30. La evaluación continua puede definirse como la evaluación que se realiza a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de permitir que se reoriente el mismo introduciendo los necesarios reajustes, en función de las informaciones que la aplicación de la propia evaluación va suministrando.

    Mediante la evaluación continua se valora el proceso de aprendizaje del estudiante a partir del seguimiento continuo del trabajo que realiza y de los conocimientos que va adquiriendo, con lo que pueden introducirse de forma inmediata las modificaciones necesarias para optimizar el proceso y mejorar los resultados obtenidos.

    La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje debe tener como una de sus características principales la continuidad, es decir, no se debe entender la evaluación como la realización de pruebas en determinados momentos del proceso.

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